25 dic. 2024

Entre la herida y la memoria Colombia quiere dejar atrás a Pablo Escobar

Series de televisión, programas especiales, novelas y biografías sobre Pablo Escobar se multiplican en el mundo desde hace años olvidando la memoria de sus víctimas y reabriendo una herida que Colombia trata de cerrar para dejar atrás una de sus épocas más oscuras.

pablo escobar.jpg

Pablo Escobar murió el 2 de diciembre de 1993. | Foto: surnoticias.cl

Precisamente, este domingo se cumplen 25 años desde que el capo más célebre cayó abatido en los tejados de su último refugio de Medellín, la ciudad que contribuyó a transformar en la más violenta del mundo y en la que todavía hoy, como si de un peregrinar se tratara, acuden turistas para ver su tumba o conocer su hacienda.

Allí, algunos vecinos se ofrecen gustosos a hacer tours de todo pelaje para conocer más acerca de la vida de un capo que parece que se ha convertido en un icono pop sin importar el reguero de sangre y miedo que dejó a sus espaldas.

Su incómoda presencia, frecuente en las conversaciones, no supone para el sociólogo Fabián Sanabria, profesor de la Universidad Nacional, un estigma para Colombia, puesto que “forma parte de la realidad y de los procesos históricos de las naciones”.

Relacionado: Clausuran museo dedicado al capo narco Pablo Escobar

icono whatsappRecibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsApp

Para Sanabria, que cursó su doctorado en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París, no es muy distinto a la carga que tienen otros países con Hitler, Mussolini, Franco, Stalin o Tito.

“Es exactamente lo mismo, no creo que sea un estigma, forma parte de la realidad histórica de este país, forma parte de sus tinieblas, de su oscuridad y hubo un contexto histórico muy preciso para que el narcotráfico se incubara en Colombia”, sostiene.

En su opinión, lo más grave es “pretender que aquí no ha pasado nada”, como considera que está haciendo el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y fingir “que está todo divinamente y ya superamos la oscuridad y las tinieblas”.

Escobar ya ha muerto, pero esas tinieblas permanecen vivas y se observan en el aumento de los cultivos de coca en Colombia, los nuevos ciclos de violencia que, olvidados en las zonas rurales, no paran de crecer, y también en una cierta indulgencia hacia el reguero de sangre que dejó el narco a su paso.

Le puede interesar: Medellín se transforma para librarse del estigma del narcotráfico de Escobar

También en esas rutas turísticas que ofrecen desde el momento en que los visitantes se suben a un taxi en Medellín.

Sin embargo, hay otra faceta que también se percibe en Colombia y es el rechazo a ser asociados con una época que consideran pasada y que se ha enraizado en los estereotipos de todo el mundo.

Sanabria recuerda cómo, cuando estudiaba en Europa, le hacían “chistes” y le pedían que llevara cocaína en la maleta.

“Y yo les decía, ¿su abuelo fue (militante) del nacionalsocialismo? El problema es que a veces miramos de una manera geométrica al otro y no nos miramos de manera geométrica a nosotros mismos”, subraya Sanabria.

En su opinión, recurrir a ese estereotipo es como “cuando uno asocia a España con Franco y no con (el ex presidente del Gobierno) Felipe González” o a “Alemania con Hitler y no con Günter Grass”.

Más en: Hijo del narco Pablo Escobar sugiere aprender a convivir con las drogas

“El mismo de asociar a Italia con Mussolini y no con (el cineasta y escritor Pier Paolo) Pasolini”, comenta.

Tal vez por eso, en Colombia se sigue lidiando con esa imagen que surge en conversaciones con extranjeros como una especie de catarsis.

Sin embargo, Sanabria considera que la herencia de Pablo Escobar sigue muy viva en la sociedad colombiana y se puede percibir en cómo “la maldad ha permeado en el Estado colombiano”.

“Se nos pegó la idea del dinero fácil, del ‘pa’ las que sea’, del pasar por encima de la ley, de la puerta giratoria entre privado y público”, comenta.

En buena medida, considera que esa herencia se debe a que “las élites pactaron con el narcotráfico, comieron y bebieron con ellos”.

Por eso y pese al esfuerzo de crear una nueva narrativa, el sociólogo considera que, al final, la Colombia de hoy vive de un modo similar a “cuando se va al cine, que uno a va a ver una película y dice: ‘quiero que termine con un final feliz, edificante’”.

“Pero Pablo Escobar está vivo porque se ha reencarnado en toda la maldad y la corrupción que ha permeado el Estado colombiano”, subraya.

Mientras esas dos facetas coexisten, la de una nueva narrativa que permite pasar la página y la herencia de Escobar, Sanabria recuerda que contar la historia del capo del narcotráfico en primer plano como hacen algunas series, humanizando al criminal, es como “ver a Hitler enternecido con un gatito”.

“Hay que reconocer la humanidad y lo diabólico de un fenómeno social”, concluye.

Más contenido de esta sección
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado en la última semana la soberanía territorial de Panamá, México, Canadá y Groenlandia - territorio autónomo de Dinamarca-, aunque todavía es pronto para conocer si se trata de una maniobra de distracción o tiene intenciones reales.
Al menos 14.500 niños han muerto en la Franja de Gaza desde que Israel inició la guerra contra Hamás hace hoy 446 días, lo que equivale a 1,3 niños palestinos asesinados de media cada hora, denunció este miércoles la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, basándose en datos de UNICEF.
El papa Francisco pidió este miércoles en su mensaje de Navidad que callen las armas en Ucrania y se “tenga la audacia de abrir negociaciones para una paz justa” y que en Gaza “cese el fuego, que se liberen los rehenes y se ayude a la población extenuada por el hambre y la guerra”.
Un avión de pasajeros con 74 personas a bordo se estrelló hoy junto al aeropuerto de la ciudad kazaja de Aktau, a orillas del mar Caspio, informaron los servicios de emergencia de Kazajistán.
El papa Francisco, sentado en su silla de ruedas, llamó con el puño a la Puerta Santa de la basílica de San Pedro que se abrió ante él en total silencio, en un gesto con el que se inaugura el Jubileo, el evento de la Iglesia católica que se celebra cada 25 años y que estará dedicado a la esperanza.
El papa Francisco empezará esta tarde de martes su agenda de Navidad que, en esta ocasión, coincidirá con la inauguración formal del Jubileo, un evento que cada cuarto de siglo ofrece la indulgencia de los pecados.