Las loras, que en su mayoría son de nuca amarilla (Amazona auropalliata) y frente roja (Amazona autumnalis), fueron puestas en un circuito cerrado en forma de L, donde han practicado sus vuelos tres veces al día, por unas dos semanas.
“La idea de hacerlo en forma de L es que ellas también dominen sus giros”, explicó a Efe el director del Zoo de Nicaragua, Eduardo Sacasa.
El entrenamiento consiste en que trabajadores del zoológico agitan grandes ramas de árboles cerca de las aves para poder asustarlas y que alcen vuelo con el fin de que los músculos de sus alas se desarrollen.
A pesar que todas las aves tienen sus alas en perfectas condiciones, hay algunas que por estar demasiado pesadas aún no han podido alzar vuelo, y son retiradas del entrenamiento.
De acuerdo con el doctor Sacasa, el coste de mantener a las aves es elevado, y cada día siguen entrando más al refugio, debido a que el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (Marena) sigue sin poder frenar el comercio ilegal y la pérdida de los espacios naturales.
La liberación está prevista en unas tres semanas en una reserva natural totalmente protegida, indicó Sacasa.
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Esta será la primera vez que harán una liberación con esa cantidad de aves, que tienen entre 5 y 20 años de edad.
En el mercado ilegal, una lora de cualquier especie, es vendida hasta en 100 dólares, según datos del Zoológico.
La situación del Zoológico nicaragüense es especial, porque apenas se estaba reponiendo de la crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018, cuando fue alcanzado por la pandemia del Covid-19.
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El Zoológico Nacional de Nicaragua, que no extrae especies de su hábitat natural pero sí las reproduce, cuenta con el Centro Nacional de Rescate de Animales, que cada año entrena cientos de ejemplares y realiza decenas de liberaciones en algunas de las reservas naturales mejor conservadas de este país centroamericano.
El Zoológico Nacional, renombrado como Zoo Nicaragua, mantiene 945 especies en protección, mientras esperan ser liberados.
Un total de 35 personas trabajan en el mantenimiento de ese centro animal, entre guardaparques, vigilantes, conductores, área administrativa, entre otros.