La negociación del acuerdo automotriz pendiente con el Brasil aún no concluyó. Pese a que falta pocas semanas para cerrar el 2019, el Gobierno permanece optimista en contar con una resolución final para este fin de año.
La ministra de Industria y Comercio, Liz Cramer, insistió en que un resultado positivo en estas negociaciones podrá dar la oportunidad de ofrecer más cobertura al comercio bilateral del sector automotor.
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“Con estos acuerdos sentamos las bases para darle cobertura a las empresas que ya están (en Paraguay) y atraer más empresas que puedan darle complementariedad a la industria regional y así crear vínculos con cadenas globales”, refirió.
En una entrevista concedida a radio Monumental 1080 AM, la secretaria de Estado acentuó que nuestro país tiene condiciones de participar en esta industria, demostrándolo a través del trabajo de las ensambladoras y autopartistas.
Cramer señaló que el documento consta de ocho puntos trascendentales, del cual destacó el tema de los índices de contenido regional, que indica en qué medida se produjo una mercancía en la región local del productor.
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“Con 50% de índice de contenido regional tenemos libre comercio con la Unión Europea y la Argentina. Es importante decir que nuestros autopartistas necesitan un tiempo para llegar a ese índice y es uno de los puntos de negociación más duros”, precisó.
Sobre el punto, explicó que con Argentina se acordó realizar esta modificación de forma gradual ya que, actualmente, Paraguay solo llega al 41%.
Problemática de importación de usados
Con relación al sector de importadores de vehículos usados, comentó que han pedido que se comprenda la necesidad del mercado paraguayo y las leyes vigentes.
“Tenemos una moderada, respetuosa y entusiasta perspectiva de obtener lo que nos proponemos”, acentuó.
En julio pasado, la Receita Federal (Fisco) de Brasil impuso un arancel extra Mercosur a las autopartes fabricadas en Paraguay bajo el régimen de maquila. Ello pese a la existencia de un acuerdo compartido entre ambas naciones desde 1991.
La medida brasileña puso en alerta al Gobierno y a los empresarios paraguayos, ya que la producción de autopartes mueve un volumen de USD 300 millones en exportaciones a Brasil.
Pero esta directriz también afectó a los importadores de vehículos usados, pues se pretende lograr una restricción gradual de los mismos.
En general, Paraguay insiste en el abordaje del libre comercio, su situación de industria naciente y la aplicación del Trato Especial y Diferenciado (TED) como país sin litoral marítimo y de menor desarrollo económico relativo, que incorpore principios de gradualidad, flexibilidad y convergencia a una política automotriz del Mercosur.
Asimismo, plantea reglas de origen preferenciales, consideración de los resultados de las negociaciones externas del Mercosur, negociación al amparo de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y alta sensibilidad económica, política y social del régimen de importación de vehículos usados.
También propone el uso de regímenes especiales para el desarrollo industrial y de incentivos a las inversiones (maquila, admisión temporaria, entre otros).