Quiero agradecer a los lectores por los muchos y muy variados comentarios que me han hecho llegar. Entre ellos, llegó este: “me interesa invertir, pero ¿cómo voy a invertir si no tengo ahorros?”. No pienses que eres la única persona a la que le pasa, 63% de los hogares de los Estados Unidos, un país muy rico y desarrollado, vive de sueldo en sueldo y sin poder ahorrar. Me hicieron reflexionar sobre cómo vivir, cubrir nuestros gastos necesarios y poder generar ese ahorro que luego se convertirá en inversión.
“Rico, no es quien más tiene, sino quien menos necesita” dice el refrán. ¡Y cuánta verdad hay en la frase! Tuve la oportunidad de conocer algunos de los hombres y mujeres más ricos del mundo y tratarlos de cerca. Te sorprendería la vida sencilla que llevan, simplemente porque saben que no necesitan. También tuve la oportunidad de conocer gente que gasta muy por encima de sus ingresos, inclusive millonarios muy gastadores. ¿Sabes?, su capital se va agotando, llevan una vida de placer donde no trabajan ni producen y su dinero no les llegará a sus hijos ni a sus nietos.
Si coincides conmigo con que “el ahorro es la base de la fortuna”, que es lo opuesto a “hacernos ricos rápido y sin esfuerzo”, tratarás de que con tiempo y paciencia la diferencia entre tus ingresos y tus egresos sea positiva, ese es tu ahorro. A lo mejor te privas algo muy pequeño, una cerveza, un vestido que es lindo, pero no imprescindible, a lo mejor puedes comprarte un auto, pero eliges andar un tiempo con vehículos de plataforma de aplicativos. Dime, ¿de verdad te hace falta un supersport que puede andar a 250 kilómetros por hora en las calles de Asunción? Si esos pequeños sacrificios que haces lo ahorras e inviertes bien, no solo tendrás para afrontar un mal momento, sino también tendrás la base para llegar a ser un próspero inversor, y, además, tomarás la cervecita, te comprarás el vestidito y el auto, pero más adelante.
Conocí en los años 90 en Boston un empresario muy exitoso, cuando yo recién estaba empezando a trabajar, y me dijo “ahorra el 20% de todo lo que ganas, haz de cuenta que no lo tienes, no existe, y ese es tu ahorro. Vive con el 80% restante”. Pero agregó algo interesante: “no ahorres solo en dos cosas: cómprate buenos zapatos porque si trabajas mucho y te duelen los pies trabajaras mal, y compra una cama con un buen colchón, porque lo necesitas para descansar bien, trabajaras mejor el día siguiente”. Reconozco que no pude siempre llevar a cabo siempre su consejo de ahorrar el 20%, pero definitivamente hay mucha sabiduría en lo que dijo: ahorra, sí, pero además sé selectivo en los que gastas, que sean cosas que te hacen más productivo y eficiente.
Vale la pena en este fin de año replantear nuestras prioridades y privarnos de algunas cosas que al final, no son indispensables. No siempre se puede, pero muchas veces sí. Piensa en esto, querida lectora. Comenzando en enero, retomaremos los temas sobre cómo invertir en lo que tanto nos interesa.
Gracias por acompañarnos en esta columna, y mucha paz y prosperidad en 2023.