El liderazgo del presidente electo Santiago Peña ya está en juego incluso antes de asumir las riendas del Ejecutivo. El caso del diputado colorado cartista, Erico Galeano, se transforma en una piedra en su camino al sillón presidencial.
La Fiscalía imputó la semana pasada al parlamentario del movimiento Honor Colorado, quien recientemente fue electo como senador de la República, por lavado de dinero y asociación criminal en el marco del operativo A Ultranza.
El Ministerio Público dio a conocer la imputación mientras la plana mayor del cartismo se reunía en la vivienda de Erico Galeano, ubicada en la ciudad de Capiatá, Departamento Central. Al poco tiempo, el mandatario electo sacó un comunicado para referirse al tema.
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“He solicitado personalmente al diputado Erico Galeano que se ponga a disposición del Ministerio Público y las autoridades judiciales, a fin de deslindar su responsabilidad de los hechos que le atribuyen”, informó el próximo titular del Ejecutivo.
Sostuvo que como autoridades electas, sus conductas se encuentran “permanentemente bajo el escrutinio público”, por lo que está convencido de que el respeto a las leyes debe partir de ellos mismos.
“Soy inimputable”, afirma Erico Galeano
Erico Galeano convocó este martes a una conferencia de prensa para defenderse en la causa y en todo momento se aferró a sus fueros parlamentarios. Criticó el actuar de la Fiscalía e incluso se calificó como “inimputable”.
“Yo soy inimputable al tener fueros. Los fiscales lo máximo que podían hacer es pedir mi desafuero. Yo tengo la doble inmunidad, yo no voy a renunciar a mi inmunidad, yo me debo a mis electores que me eligieron senador nacional. A partir de que haya un pedido de desafuero en ese ámbito (en Cámara de Senadores), yo voy a renunciar (al fuero)”, acotó Galeano.
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Así también, afirmó que el proceso en su contra se trata de una persecución política “inmisericorde” e incluso acusó a su correligionario Derlis Osorio de estar detrás de esta campaña por una supuesta deuda que mantiene con él de G. 1.200 millones.
Galeano se defendió de las acusaciones afirmando que la compraventa de un inmueble no se trató de lavado de dinero y que su aeronave era utilizada como taxi aéreo. De esa manera, alegó que no conocía a Sebastián Marset y Miguel Insfrán, ambos catalogados como líderes una organización criminal.