“Todo demuestra que, lamentablemente, el drama se debe a un trágico error humano”, dijo el jefe de gobierno griego, Kyriakos Mitsotakis, durante una alocución televisiva.
El “terrible accidente de tren no tiene precedentes” en Grecia y será investigado “a fondo”, añadió.
El choque entre un tren de pasajeros que viajaba entre Atenas y Tesalónica y un convoy de mercancías se produjo sobre la medianoche del martes cerca de la ciudad de Lárisa, en el centro del país.
38 MUERTOS. El accidente dejó al menos 38 muertos y 57 personas siguen hospitalizadas, seis de ellas en cuidados intensivos, según un nuevo balance de los bomberos. Aún hay varios desaparecidos.
Las autoridades decretaron un duelo nacional de tres días.
El ministro de Transportes, Kostas Karamanlis, dimitió unas horas después de la tragedia. “Cuando se produce algo tan trágico, no podemos seguir como si nada hubiera ocurrido”, afirmó en un comunicado.
PROTESTA. En Atenas, la policía dispersó una protesta con gas lacrimógeno después de que algunos manifestantes lanzaran piedras hacia las oficinas del operador ferroviario, Hellenic Train. El tren de pasajeros transportaba más de 350 personas y ambos convoyes llevaban “varios kilómetros” circulando por la misma vía por una razón todavía desconocida, indicó el portavoz del gobierno Yiannis Oikonomou.
Por la violencia del choque, las locomotoras y los vagones delanteros quedaron pulverizados y los dos conductores murieron al instante. La colisión se produjo a la salida de un túnel por encima del cual pasa una autopista que une Atenas con Tesalónica. AFP