La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) cerró el 2022 con un crecimiento del 14,2%, lo que le empujó a obtener recaudación récord: G. 18,96 billones (USD 2.597 millones).
Según el reporte oficial, el impuesto al valor agregado (IVA) sigue siendo el principal recaudador del Fisco, aportando el 45,7% de todo lo ingresado. Esto representa G. 8,65 billones.
Pese a esa enorme participación, el informe arroja un dato revelador. Tras la vigencia plena de la reforma tributaria del 2019 y los cambios hechos principalmente en los impuestos a las ganancias, los gravámenes directos rompieron el histórico dominio de los indirectos, generando el 50% de los G. 18,96 billones, frente al 48% de los indirectos (ver la infografía).
Los tributos directos son aquellos que gravan la riqueza, siendo abonados por los mismos generadores de esa riqueza. Estos son el impuesto a la renta empresarial (IRE), el impuesto a la renta personal (IRP), impuesto a los dividendos y utilidades (IDU), impuesto a la renta agropecuaria (Iragro) y el impuesto a la renta comercial, industrial y de servicios (Iracis). Estos últimos dos ya fueron unificados dentro del IRE, pero corresponden a saldos no abonados antes del 2020.

Los tributos indirectos, por su parte, son aquellos que gravan el consumo y se trasladan al comprador. Se trata del IVA y del impuesto selectivo al consumo (ISC).
CAMBIOS. Según la Administración Tributaria, este resultado tiene mucho que ver con la vigencia plena de la reforma aprobada por el Congreso en 2019 y puesta en marcha desde el 1 de enero del 2020.
En ese sentido, en el IRE se destaca que se amplió la base con el concepto de rentas paraguayas, se limitaron las deducciones en el revalúo y los activos fijos, y se creó el régimen Resimple para unipersonales. Además, se gravan las remesas de no residentes y los servicios digitales.
En el IDU, se empezó a gravar el reparto de utilidades entre accionistas locales al sector agropecuario y se estableció como tasa única el 8%; mientras que en el IRP se limitaron las deducciones y se estableció una tasa única del 8% para las ganancias de capital, entre otros cambios.