20 abr. 2025

Esclarecer muerte de enfermera en un grave accidente laboral

La trágica muerte de una enfermera en una explosión en el Hospital Distrital de Mariano Roque Alonso, en el Departamento Central, debe ser investigada y convenientemente esclarecida. La mujer tenía más de 30 años de servicio y dejó cuatro hijos. Al reclamo de la Asociación Paraguaya de Enfermería y el repudio por la inseguridad laboral, se suma sin dudas la preocupación de toda la población ante los potenciales peligros que pueden correr tanto el personal de blanco como los pacientes en los hospitales.

La licenciada en Enfermería Claudia Samudio de Denis, de 51 años, tenía más de 30 años de servicio. Ella falleció el pasado fin de semana tras la explosión de un autoclave en el Hospital Distrital de Mariano Roque Alonso, en el Departamento Central. La profesional era el sostén de su familia y dejó cuatro hijos huérfanos.

La enfermera se encontraba en la sala donde se realiza la esterilización de los elementos quirúrgicos cuando la máquina explotó; fue así que sufrió severos golpes y se produjo su deceso de manera instantánea en el lugar.

Ante el trágico suceso, la Asociación Paraguaya de Enfermería denunció la inseguridad laboral luego de lo ocurrido.

Al mismo tiempo, alegan el incumplimiento del artículo 5 de la Ley 3206, que habla de las condiciones físicas del centro para poder prestar servicios. Afirman las enfermeras que este tipo de accidente es absolutamente inusual, por lo cual se pide una profunda investigación.

La directora del Hospital Distrital de Mariano Roque Alonso, doctora Silvia Giménez, había indicado que el autoclave recibió su mantenimiento el 14 de marzo pasado. “Incluso, está en la garantía de los tres meses”, aseguró. Afirmó también que el equipo biomédico tiene sus propios desgastes, y que funciona desde el 2016 en el Hospital de Mariano Roque Alonso.

El autoclave es una máquina similar al lavarropas, funciona igual que una olla a presión y sirve para realizar la esterilización de los elementos quirúrgicos. El aparato se hallaba en su ciclo normal de funcionamiento al momento de la explosión; la enfermera fallecida no lo estaba manipulando, sino que se encontraba haciendo unas gasas muy cerca del equipo, según se informó.

Mientras las autoridades investigan y dilucidan lo ocurrido, es importante reflexionar, asimismo, sobre las condiciones de trabajo de enfermeras y médicos en nuestras instituciones. Cuidar la salud de la población es una gran responsabilidad y requiere para ello no solamente una sólida formación, sino que además precisa de la adecuada infraestructura y de todos los insumos necesarios.

Con la pandemia del Covid la sociedad paraguaya ha aprendido fundamentales lecciones. Una de ellas es a apreciar y valorar a todo el personal de blanco de los hospitales, quienes fueron durante dos angustiosos años la primera línea de defensa contra el coronavirus.

Otra lección clave que nos dejó la irrupción de la pandemia es que los paraguayos nos meremos un mejor sistema de salud pública.

El Covid-19 desnudó no solamente las históricas deudas del Estado para con la población, las carencias y las debilidades, el abandono y la corruptela que prolongan y agravan el dolor de pacientes y la impotencia de todo el personal de salud que no puede resolver muchas trágicas situaciones que derivan de una crisis social y económica.

De hecho, aún se mantienen frescas las imágenes vividas durante la pandemia, cuando el sistema de salud colapsó y los paraguayos, con polladas, rifas y ollas populares, ayudaron a contener la crisis. Cuando la infraestructura fue insuficiente, y los enfermos debían aguardar en pasillos en condiciones de absoluta precariedad.

Es imperativo que este caso no quede sin ser aclarado. Asimismo, se debe esclarecer la situación en la que trabajan las enfermeras, cuya labor es de vital importancia, y para ello necesitan de espacios de trabajo seguros. Al mismo tiempo se debe tener en cuenta la preocupación de toda la población ante los potenciales peligros que puede correr no solamente el personal de blanco, sino todos los pacientes que acuden a los hospitales.