En el megaoperaivo Paray, desarrollado a orillas del riacho con cuyo nombre ha sido bautizado, en Villeta, el 29 de abril pasado, además de incautarse 18.900 kilos de marihuana y ser detenidas once personas, la comitiva halló documentos que confirman, según los investigadores, la existencia de un esquema de coimas pagadas a autoridades para liberar la zona de tráfico.
Tres anotaciones muestran los pagos que la organización realizaba a gente de Aduanas, policías, jefes de policías, de Delitos Económicos, fiscalías y a agentes de Inteligencia. Sin que figuren nombres, revelan que los pagos se realizan de forma semanal y mensual. “Pago por grandes” (sería por las cargas de marihuana); “pago por chicos”, correspondería al ordeño de combustible, según datos de la investigación.
Un jefe policial y agente de Inteligencia reciben 2 millones de guaraníes al mes. Un tal Cañete, 5 millones semanales. “Ypané, Guarambaré y Ytororo”, que figuran en la agenda, corresponderían a puestos de controles donde se deja la coima. Son zonas ubicadas en los alrededores de Villeta, adonde los narcos acostumbraban llevar sus cargas en contenedores embalados para evitar su verificación.
El listado de coimas sigue para policías de Oliva, Ype Ka’e, Surubi’y y Villeta. La distribución para los cómplices suma unos G. 10 millones.
Las “entregas” revelan que a policías mensualmente entregaron más de 16 millones de guaraníes; el monto varía, según las operaciones que son realizadas.
Estos documentos confirman, según la pesquisa, la vieja creencia de que los narcos no pueden moverse sin que responsables de combatirlos sean sus colaboradores. También muestran el volumen de dinero que mueve el narcotráfico y las ganancias que genera cuando llega a su destino final.
El objetivo de la organización con estas coimas es liberar la ruta para que la poderosa estructura, denominada Sur Este, opere impunemente. Con esto se demuestra que las organizaciones criminales reciben el apoyo de autoridades de diferentes instancias, incluyendo políticos, para el tráfico internacional de drogas, vía puertos clandestinos y buques cargados en las riberas del río Paraguay.
Un tal Freddy, según el documento, sería el nexo entre los narcos y políticos que protegen a los narcos. Figura cuánto percibe por su trabajo en el grupo, según los documentos, en poder de la Senad.
La estructura que pretendía llevar la tonelada de hierba a Uruguay, Chile y Argentina, está liderada por el llamado zar de la marihuana, Damián Delvalle, recordado por su fuga con una falsa orden judicial, pero ya recapturado. Desde la cárcel sigue operando con su socio Juan Carlos S, procedente del Este del país; este aún sigue prófugo. Las cargas eran suyas y guardan relación con las 13 toneladas de cannabis incautadas en Villeta el 27 de mayo de 2015.
También tiene conexión con un cargamento de 16 toneladas de la hierba detectadas en una isla aguas abajo del río Corateî, Ayolas, en octubre del 2015. Tras este operativo se inició la pesquisa que halló elementos en contra de Delvalle y su socio mayor.
La última carga provenía de San Pedro, vía terrestre.
Las cargas eran alzadas en busques reacondicionados con doble fondo para tomar rumbo a su mercado final. Los agentes de la Senad incautaron en el operativo pasado los teléfonos celulares de los detenidos. Con esto buscarán identificar a los coimeros y a políticos que protegen a la organización.