La escuela Dionisio Cabello es una de las beneficiadas con el plan piloto de compra directa a pequeños agricultores, que implementó el Gobierno con el Decreto 1056/13, en los departamentos de Paraguarí y Misiones.
La iniciativa responde a una de las estrategias del programa Sembrando Oportunidades, eje central de la política de lucha contra la pobreza del presidente Horacio Cartes.
El caso de la escuela Dionisio Cabello contrasta con la versión del Gobierno que promociona que el sistema de compras directas “logró que la alimentación escolar basada en alimentos frescos se realizara a precios que están por debajo del promedio del sistema general de compras de alimentos para el sistema educativo”, tal como sostuvo la Secretaría Técnica de Planificación (STP) en una carta remitida a este diario.
Mala calidad. La mala calidad de los alimentos, devueltos en algunas circunstancias porque atentan contra la salud de los niños, según consta en el facsímil de este artículo, se suma a la serie de irregularidades identificadas en el plan que, según el ministro de la Pobreza, Juan Carlos Baruja, “es un proyecto exitoso”.
“Hay una protesta en la Supervisión por estas observaciones de la carne con abundante hueso”, manifestó Coronel. Esto ocurrió pese a que hubo un aparatoso despliegue institucional para la aplicación del proyecto, donde el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición está a cargo de los controles sanitarios para proveer alimentos de calidad a los estudiantes.
La Gobernación de Paraguarí compró por esta modalidad 23 variedades de productos agrícolas, de los cuales el choclo, la remolacha, la calabaza, la banana y la mandarina nunca fueron entregadas a esta escuela. “El pepino solo recibimos dos veces y fue en el último mes nomás”, según la directora.
La misma refirió que hortalizas como la acelga y la lechuga llegan en muy mal estado, “por eso nosotros nos proveemos de nuestra huerta escolar, que son de mejor calidad”, subrayó Coronel.
Comentó que son dos los proveedores que llegan hasta la institución, uno trae carne y los alimentos industrializados y el otro los productos frutihortícolas. “De ahí que se compre de los productores locales, no sé”, añadió.
Irregularidades. Además de la entrega de algunos productos en mal estado, se han constatado otras irregularidades en la implementación del plan de compras simplificadas a pequeños agricultores.
Este diario comprobó que se burló el Decreto 1056, donde figuran compras a precios sobrefacturados, como el caso de la naranja, que se adquirió 800% más cara de lo que se vende en el Mercado de Abasto. Otras irregularidades consisten en la adjudicación de las compras a intermediarios que se hicieron pasar por productores, lo que el citado decreto prohíbe, mediante el consentimiento de ambas gobernaciones, que beneficiaron a quienes debían ser excluidos de la modalidad de compra.