Para las madres de pacientes; Sonia Adelaida Fleitas y Mariza Domínguez, el espacio representa un pilar fundamental para la familia. Sonia Adelaida –oriunda de Hernandarias, Alto Paraná– comentó que enfrenta desafíos significativos debido a la distancia y los costos asociados con los traslados frecuentes al hospital, pero que la Escuela de Padres le ayuda a enfrentar la situación.
Por su parte, Mariza, ama de casa de 32 años de Ypané, acompaña a su hija de 7 años, internada hace un mes y hace 15 días diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda. Ella dijo que el espacio le brinda herramientas esenciales para el cuidado de su hija, permitiéndoles seguir adecuadamente los protocolos médicos en el hogar y mejorar la calidad de vida durante el tratamiento.
La Escuela de padres es un espacio de psicoeducación no solo educa sobre el cáncer, sino que también ofrece apoyo emocional y práctico a los cuidadores, facilitando el manejo de la enfermedad en el entorno familiar.
PILAR DEL TRATAMIENTO. Para la doctora Angélica Samudio, jefa del Departamento Hemato Oncología Pediátrica, un factor determinante para el éxito del tratamiento es el grado de educación de los padres por lo que se habilitó el espacio.
“Fue un trabajo publicado por nuestro Departamento que evidenció la necesidad de concientizar a los padres sobre la importancia del cuidado, la higiene y la alimentación, pero, sobre todo, reconocer tempranamente los signos de alarma”, explicó.
El uso del termómetro y la identificación de la fiebre como un síntoma de alerta son parte de las enseñanzas claves. “Cuando un paciente con leucemia es dado de alta, las condiciones en casa son muy diferentes a las del hospital. Si los padres no están preparados, el niño puede correr riesgos innecesarios. Por eso, la educación de la familia es fundamental”, dijo.
Por otra parte, la licenciada Ruth Bogado, jefa interina de enfermería del Departamento de Hemato-oncología Pediátrica, señaló que el programa abarca desde la higiene de manos hasta el protocolo de asistencia de enfermería, que tiene como objetivo prevenir infecciones y mejorar el bienestar del niño.
ATENCIÓN A DISTANCIA. Mediante la tecnología, el hospital también ofrece seguimiento remoto a través de Telenet, lo que permite la comunicación entre médicos locales y especialistas de hemato-oncología pediátrica.
“Esto evita que los pacientes lleguen a urgencias sin un diagnóstico claro. A través de videoconferencias, podemos guiar el manejo del caso o hacer una derivación programada, garantizando que el niño reciba la atención adecuada sin demoras innecesarias”, explicó la doctora Samudio.