Una bienvenida con la entrada de tierra roja y desniveles a cada paso, sin camineros ni colores, es la que invita a pasar a la escuela pública Virgen de la Candelaria de Villa Elisa.
Semanas atrás, la sala del nivel inicial se hizo viral por inundarse con las precipitaciones. Todas las aulas tienen goteras y, como consecuencia, las paredes están invadidas por la humedad.
En la mayoría de las salas, solo la mitad de las luces fluorescentes funcionan, incluidas las de la dirección.
Luego de varias renuncias, Balbina Jara, la nueva encargada de despacho, quien asumió el jueves pasado, se muestra optimista, a pesar de la precariedad en la que se encuentra la institución educativa. “Los techos y la parte eléctrica es lo que más se requiere acá, pero conseguimos ayuda externa”, dice.
Ante la ausencia del Estado, a través del MEC y del Municipio, una organización española está invirtiendo recursos para solventar algunas reparaciones.
En el país, el 65% de la infraestructura escolar se encuentra en pésimo estado.
Esfuerzo. Las mamás de la escuela, constituidas en la Asociación de Cooperadora Escolar (Ace), indican que organizarán polladas, hamburgueseadas y rifas para el mantenimiento del lugar.
“Hace rato que no contamos con directora, esperamos, ahora que tenemos una, podemos también exigir al Municipio local que intervenga con el Fonacide”, dice una de las directivas de la cooperadora.
Virgen de la Candelaria, cuyo nombre se debe a la capilla ubicada a metros del local, tiene 120 alumnos matriculados. El aula del jardín, cuya foto se hizo viral, solo funciona por la tarde.
La humedad de este pequeño espacio se observa tanto en el exterior como en el interior. Además, cuenta con un precario techo de zinc, que casi vuela con la última tormenta.
Karina Franco es la titular de la cooperadora escolar. Tiene tres hijos, uno de los cuales está en La Candelaria desde el jardín. Actualmente cursa el tercer grado.
“Desde que estamos en la escuela vivimos esta situación con la infraestructura. La respuesta que tenemos desde el Municipio es que no quieren invertir acá si no hay una cabeza en la institución, pero ahora ya tenemos encargada de despacho”, afirma.
La cantidad de alumnos parece escasa, pero las aulas están llenas. El jardín tiene 24 chicos; el tercero tiene 28 en el turno de la mañana.
El último informe de Infraestructura del MEC, emitido a principios del año, indicaba que eran 500 las escuelas en emergencia roja.