30 abr. 2025

Espasmo no es determinante para definir posible suicidio de abogada

El espasmo cadavérico es una contracción muscular, en este caso la mano que queda contraída, acalambrada, luego de manipular un objeto, que sería el arma. Para el fiscal, este es solo un elemento en la investigación.

Estudio.  El cuerpo de la abogada fue inspeccionado por el médico forense Pablo Lemir.

Estudio. El cuerpo de la abogada fue inspeccionado por el médico forense Pablo Lemir.

Hasta ahora está en la nebulosa la muerte de la joven abogada Leydi González; no se sabe con precisión si fue su deceso un homicidio o suicidio. Ni con la autopsia se podría confirmar una posible autoeliminación al diagnosticar que el cuerpo presentaba un espasmo cadavérico.

Según un especialista en medicina forense, cuya identidad se omite, este diagnóstico, en este caso el espasmo cadavérico de la mujer, indica que la mano de la víctima presentaba una contracción muscular, que en una simple definición se entiende que la mano quedó contraída como sujetando el arma, que el dedo se queda acalambrado en el momento de una fuerte manipulación.

Según el especialista, el espasmo cadavérico es una forma rara de rigidez cadavérica instantánea que se produce en el momento de la muerte, cuyas causas se desconoce, pero se asocia con muertes violentas que ocurren bajo circunstancias extremadamente físicas, con emociones intensas.

Pero según el experto en medicina forense, este es solo uno de los elementos dentro del contexto de la muerte y que de ninguna manera puede considerarse definitiva; es decir, no se puede tomar este elemento para asegurar que la abogada se quitó la vida, ya que podría ser que otra persona le puso el arma, tomando la mano de la víctima.

El fiscal que lleva el caso, Cristian Ortiz, todavía no se quiere aventurar a dar una respuesta definitiva, ya que hasta ahora considera todas las hipótesis, aunque la investigación está en torno a un homicidio.

“Respeto el informe forense (de Pablo Lemir), pero tampoco puedo usar como elemento definitivo el diagnóstico; vamos a reunir todos los datos para luego atar los cabos de la investigación”, explicó.

Desde mañana se presentarán varias personas para las declaraciones testificales, que también pueden aportar más datos a la investigación.

Por su parte, la abogada de la familia, Gilda Burgstaller, indicó que el caso se trataría de un suicidio asistido; sin embargo, el entorno familiar asegura que fue un homicidio el caso, indicó.

“Ambas familias, tanto de la víctima como del esposo, se niegan a creer que fue un suicidio”, explicó la abogada.

Refirió además que el día de la muerte de Leydi vieron a una mujer rubia, vestida de negro, rondando la casa de la víctima, mirando entre las rejas del portón principal.

En otro momento, dijo que no quedarán satisfechos hasta encontrar la verdad de la lamentable muerte.