El hecho descrito ocurrió en el asentamiento San Valentín, de la ciudad de Areguá, en el Departamento Central, y tiene como protagonistas a Blanca Ysabel Agüero de Vera (38), y su hijo Brahian Javier Serna Agüero (22).
La mujer fue detenida por agentes de la Comisaría 66ª Central, de Areguá, como sospechosa de haber rociado con combustible a su hijo el pasado jueves, de cuya consecuencia el joven acabó falleciendo el viernes a la tarde.
Una vecina, Liz Lezcano, relató a Telefuturo lo sucedido, cuando corrieron desesperados a la calle los dos hermanos menores de la víctima, a gritos pidiendo auxilio: “Nos fijamos en ese momento en la casa de la señora, porque estamos enfrente, y sale el muchacho totalmente quemado, con fuego ya. Se tira al pasto, se quita la remera y va corriendo al fondo. Uno de sus hermanos le siguió con un balde de agua y al volver ya estaba totalmente desnudo. Se le veían todas las quemaduras y empezaba a pedir auxilio”.
El joven le pedía a su madre que le perdonara lo que hizo, que no volvería a hacerlo nunca más, relató la vecina, y que le auxiliara; sin embargo, la mujer empezó a retarle y a decirle palabrotas.
Luego del fallecimiento del joven a causa de las heridas, la mujer fue detenida en el asentamiento Villa Florida, del barrio Naranjaty, en la jurisdicción de la Comisaría 24ª Central, de San Antonio.
Según datos de la Policía Nacional, la mujer se dedicaría al microtráfico en el asentamiento y su hijo habría consumido sus estupefacientes que eran para la venta.
El hecho causó indignación en la comunidad de Areguá y numerosos vecinos se congregaron frente a la comisaría para evitar que la mujer sea liberada nuevamente, ya que es una persona muy peligrosa. El caso está a cargo del fiscal Augusto Ledesma, de la Unidad Penal 9 de Luque, quien dispuso que Agüero quede en la comisaría, en libre comunicación y a disposición.