Por este caso, en su momento fueron condenados los policías Quirnos Javier Estigarribia y Silvio Rubén Díaz Torres, a 20 años de pena privativa de libertad.
El abogado de la familia, Néstor Benítez, manifestó que actualmente el caso está en la etapa de ejecución de sentencia y con liquidación aprobada.
La sentencia fue impugnada por la Procuraduría General de la República, ya que sostienen que los condenados tienen con que honrar la deuda; sin embargo, se confirmó que los mismos no tienen como responder.
El expediente subió a la Cámara de Apelaciones Civiles, Segunda Sala, cuyos miembros se inhibieron de atender en dicha causa, por lo que se aguarda la conformación de otra sala para atender la apelación.
El mencionado caso ocurrió en la noche del 7 de agosto del 2012, cuando los hermanos Nolazco y Gerardo estaban faenando una vaca que era propiedad de la familia, que en ese día se había lesionado en la cadera y ya no podía ponerse en pie, por lo que decidieron sacrificarlo.
Cuando estaban en proceso de faenamiento, llegaron los dos policías, ahora condenados, tras la llamada del vecino Evelio Rojas, a quien le constaba que dicho animal era propiedad de la familia.
Este instigó a los policías a que los hermanos eran abigeos, por lo que empezaron a disparar contra ellos.
Uno de ellos recibió siete impactos de bala, calibre 9mm, de uso oficial de la Policía Nacional, mientras que el otro recibió cinco.
Posteriormente los agentes fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público, que los acusó por homicidio doloso.
Juicio
En el 2013 empezó la demanda por daños y perjuicios, recayendo la condena subsidiariamente contra el Estado paraguayo en concepto de daño moral y con la suma de 500 millones de guaraníes y con un interés del 2,5 por ciento que actualmente asciende a unos 1.600 millones de guaraníes.