No les cayó del todo bien a los religiosos que la comunidad eclesial no figure en las fases de la cuarentena inteligente decretada por el Gobierno. Ayer, representantes de la Conferencia Episcopal y pastores evangélicos se reunieron con representantes del Ministerio de Salud Pública (MSP) para presentarles el protocolo que tienen preparado para permitir la reapertura de los templos.
La respuesta que recibieron es que las misas con público serían posibles recién a partir de la última etapa de la cuarentena, según contó monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo metropolitano.
“La cuarta etapa está muy lejos”, dijo al referir que insistirán para que las iglesias puedan reabrirse después del 25 de mayo, en el inicio de la segunda fase de la cuarentena inteligente, y no esperar hasta julio.
Lo que se teme es que las iglesias abiertas propicien un rebrote del virus. “Lamento que no aparezca ni siquiera el término de Iglesia en qué fase debe estar. Si la cuarentena es inteligente debe ubicarse en la situación del Paraguay”, lanzó.
Todas las parroquias preparadas —aseguró— tienen indicaciones para recibir grupos limitados para cada día, conforme a un protocolo sanitario que presentaron ayer al Ministerio. “Seguiremos insistiendo y pediremos que desde el 25 de mayo las iglesias y templos puedan abrirse; así como en Alemania, en Italia, en Francia. En esos países que han tenido miles de muertos ya están abriendo las iglesias; con mayor razón Paraguay, nosotros que estamos bien”, sostuvo.