“A partir del conocimiento público de su condición se inició un debate acerca de su enfermedad, y si esta enfermedad existe o no. Yo vengo a contarles que, lamentablemente, mi esposo está enfermo, que su mal es neurológico, es irreversible y progresivo”, agregó la mujer.
Sténico fue precisamente quien, semanas atrás, dio a conocer el estado de salud del escritor a través de una carta, la que Wood desmintió en la víspera a través de las páginas de Última Hora.
“Estoy sumamente preocupada, pues Robin necesita tratamiento especializado, necesita cuidados y contención que en este momento ignoro si los está recibiendo, porque algunos de sus parientes no creen que él esté enfermo, y Robin tampoco tiene conciencia de su condición”, aseguró la mujer, quien estuvo acompañada de su abogado José Guggiari.
Sténico comentó que el diagnóstico de enfermedad de Wood está respaldado por tres médicos y son el resultado de un “cuidadoso tratamiento y observación de la evolución de la salud de Robin por meses”, afirmó.
El escritor había iniciado un tratamiento, siempre en palabras de su esposa, pero lamentablemente el tratamiento “fue interrumpido abruptamente con la llegada del señor que se hace llamar Mark Wood”, dijo la mujer.
Mark es hijo de Robin, pero Sténico señaló no conocerlo hasta hace unas semanas que este llegó a Paraguay, empezando una disputa familiar y ventilando la privacidad de la pareja. Incluso ella inició un juicio de exclusión contra Mark. Pero fue con él que Robin brindó una entrevista exclusiva a Última Hora el miércoles último, asegurando gozar de buena salud, y que sigue “escribiendo una historieta por día”. Wood también informó que se está divorciando de Sténico y que existe un pleito judicial y comercial de por medio, del cual evita hablar, por recomendación de sus abogados.