La fiscala Victoria Acuña imputó al ex titular de la Essap (Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay) Osmar Ludovico Sarubbi y a otras 40 personas por supuestos hechos de lesión de confianza en dicha institución, en el manejo de 17.590.301.286 guaraníes de los fondos a rendir. Los recursos fueron distribuidos entre 40 funcionarios de la empresa (ver info).
La ex ministra de Hacienda Lea Giménez había realizado la denuncia penal en setiembre del año pasado, en donde reveló a través de una extensa auditoría las supuestas irregularidades en la aguatera estatal.
La representante del Ministerio Público explicó que en el periodo fiscal 2015 al 2016 comprendido entre el 1 de enero de 2015 a junio de 2016, Ludovico Sarubbi Gamarra, en su calidad de presidente de la Essap, firmó órdenes de pagos y cheques para la adquisición de productos y servicios en carácter de anticipos de fondos a rendir cuyos montos superaban ampliamente el límite para el efecto, conforme se desprende de la Ley 2051/03, siendo abonados a pesar de no existir contraprestación.
Además, señaló que Ricardo Adolfo Brítez González, quien cumplía funciones como gerente administrativo, solicitaba a su vez, mediante memorándum, al gerente financiero Jhoni Báez Santacruz en carácter de urgencia los anticipos consistentes en sumas considerables que superaban el límite, que era de hasta 20 jornales mínimos, equivalentes a la suma de G. 1.403.120 por cada adquisición y/o servicio.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppEn tanto Jorge Wilca, encargado de la Unidad de Tesorería, era el responsable de generar las órdenes de pago y cheques, según explicó la interviniente.
Finalmente, mencionó las supuestas debilidades en el sistema de control interno, tal es el caso de órdenes de pago sin firma del autorizante, es decir de Sarubbi, y facturas no válidas, según reportes de la Subsecretaría de Tributación, en especial por compras realizadas sin presupuesto o con los fondos de caja chica, que totalizan la suma de G. 17.590.301.286, que sería el perjuicio, acotó Acuña.