Por Édgar Medina
CIUDAD DEL ESTE
El Instituto Nacional de Desa- rrollo Rural y de la Tierra (Indert) y el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) pretenden recuperar tierras ancestrales de los ava guaraní en el distrito de Itakyry, según el licenciado Humberto Cabañas, asesor de la Asociación de Comunidades Indígenas del Alto Paraná, quien recomendó al productor Newton Salvatti que negocie las tierras de la firma Agro KLM SA con el Estado.
El brasiguayo es socio propie- tario de la empresa agrícola, que fue ocupada por un grupo de 20 familias de nativos, quienes fueron desalojadas el miércoles pasado mediante orden judicial firmada por la jueza Celsa Rojas de Minga Porã.
El inmueble está ubicado en la colonia Zanja Moroti, distrito de Itakyry, a unos 15 kilómetros del centro urbano y unos 105 kilómetros de Ciudad del Este.
Sobre las tierras existe un expediente administrativo en el Indert para la recuperación, en el que se están agregando varios documentos que confir- man que en ese sector existe una propiedad de los ava guaraní, de donde estos fueron expulsados.
El ingreso al inmueble por parte de los indígenas pretende imprimir presión a las autoridades del Estado, para que se resuelva una cuestión de fondo, que es la recuperación de tierras ancestrales, según lo señalado por el antropólogo.
Humberto Cabañas, licenciado en Filosofía, asesora a la Asociación de Comunidades Indígenas del Alto Paraná y sostiene que existen documentos que revelan que los nativos tenían unas 5.000 hectáreas de tierras en el sector, que fue ocupada por un tal Coronel Aquino, en la década de los 70, quien expulsó a punta de armas de fuego a los nativos. Existe un informe antropológico que confirma datos revelados por los ava guaraní, señala Cabañas.
“Tenés que ver la manera de negociar tu propiedad con el Estado, caso contrario reivindicarían de ti. Existe un expe- diente administrativo en el Indert y documentos que señalan que esto pertenece al Instituto Nacional del Indígena”, indicó el antropólogo al productor, afirmación que sonó a advertencia de que el brasileño perdería sus tierras, a pesar de que posee títulos de propiedad a su nombre.
INVERSIÓN. Newton Salvatti sostuvo que en el lugar existe una fuerte inversión económica y que la propiedad está valuada en 8 millones de dólares, con un cálculo estimativo en 7.000 dólares por hectárea.
El productor señaló que la firma Agro KLM SA tiene certi- ficación de la Seam y de la comunidad económica europea, porque cuenta con una reserva de 36 %, más de lo exigido por las leyes de la nación, con relación al medio ambiente. “Ellos pagaron menos de 3.000 dólares por hectárea en Canindeyú”, sostuvo Salvatti, al señalar que el precio es mucho mayor de lo que el Estado paga por los inmuebles desafectados para los nativos.