Se trata de don Pedro Vera González (70), vecino del barrio Mora Cué de Luque, quien indicó para nuestro medio que la última visita que tuvo en su vivienda y negocio fue la de una joven adicta, que ingresó trepando la muralla de una casa abandonada que está al lado de la suya.
“Estamos en un país de mierda por tanta inseguridad que vivimos y debemos vivir totalmente enrejados, conste que estamos a tres cuadras de la comisaría”, refirió.
Contó que en esa ocasión, la mujer logró abrir la puerta de su comercio que funciona frente a su casa, pero fue alertado por los ruidos, por lo que se levantó junto a su esposa a revisar lo que pasaba y encontró a la joven.
La desconocida sacó un cuchillo e intentó apuñalar a su esposa, pero el hombre logró sostenerle del brazo a la joven a quien luego la expulsó a la calle.
“En ese momento, me di cuenta de que la chespirita no estaba sola y que su cómplice, otra chespirita, estaba al costado de mi casa. Como soy herrero, después de eso tuve que instalar otras rejas que inventé con restos de tejidos, porque la casa de al lado se vendió y está deshabitada y por ahí entró la mujer”, detalló don Pedro.
También refirió que todas las mañanas debe acompañar a su hija y a su nieto hasta la parada del colectivo para mayor seguridad.
“Llevo todas las mañanas con ellos un martillo, porque un machete no puede cargar, los policías van a pensar cualquier cosa, pero un martillo que es una herramienta de trabajo puedo llevar y eso me sirve de defensa”, relató.