De sindicalista, docente a dirigente social y político, Ermo Rodríguez lidera el Partido Paraguay Pyahurã, reconocido por su presencia activa en las calles al momento de exigir cambios y hacer reclamos de diferente índole.
Se define como un “incansable luchador por una patria nueva” y describe a su partido como una fuerza política de izquierda.
“El partido se define más de izquierda, pero su táctica política es muy flexible. Nosotros, en este momento, ponemos más énfasis en el enfoque hacia el país por encima de una concepción ideológica”, señala Rodríguez al hacer referencia a la articulación necesaria de la oposición para empezar a revertir la realidad social en las próximas elecciones.
Paraguay Pyahurã ya se presentó en las elecciones del 2023 y en este momento está abocado al proyecto político de la oposición. “Más allá de que nosotros accedamos o no a los cargos electivos, a nosotros nos interesa mucho el proyecto país. Que sea un proyecto político aglutinador, ligado a la gente, con la capacidad y la fortaleza de resolver los graves problemas del Paraguay”, manifestó.
Las bases provienen en un 90% del campesinado y paulatinamente se está llegando al sector urbano.
Sobre el liderazgo de Paraguayo Cubas, dijo que lo que propone “es una antítesis”, porque desde Paraguay Pyahurã, se habla de la construcción de un proyecto político, democrático, que garantice la justicia y la libertad. “Sin embargo, es importante dialogar con todos los sectores, especialmente con los electores y afiliados, para escuchar sus inquietudes y construir un proyecto aún más sólido”.
GOBIERNO ACTUAL
Ermo Rodríguez califica como lamentable al Gobierno de Santiago Peña. “No tiene el poder y ese es un inconveniente que se demostró en todo este tiempo de su mandato, ya que al no tener la libertad de ejercer el poder y estar subordinado a otro que realmente lo tiene, Peña no se demarca de todos los hechos polémicos que se están dando”, resaltó.
Indicó que Peña tiene dos objetivos: Uno: Ser presidente de la República y otro ser un “rico pyahu”. “Esas dos cosas, solamente de la mano de Horacio Cartes, él puede llegar a ser, y es por eso que le tiene la obediencia, lo cual le imposibilita ejercer la primera magistratura con autonomía”, apuntó.
En cuanto al Congreso, dijo que es más lamentable, porque no admite debates. “Es un Congreso donde hay transfuguismo, vendettas, y no hay visos de solución”, precisó. Aclaró que hay raras excepciones, pero en su globalidad “creo que este es un congreso que vamos a arrastrar por el fin de este periodo en ejercicio”.
Lamentó el último autoaumento de salarios y señaló que fue “una bofetada al pueblo, a ese compatriota que vive del salario mínimo”.
“Eso ya es una desvergüenza total, eso no tiene nombre, no tiene comparación y creo que ahí se desnudó y desenmascaró realmente lo que es este Congreso Nacional”, aseveró.
Acerca de las leyes aprobadas como la nueva ley de jubilación, dijo que “en nombre de la modernidad vulneran derechos laborales y hacen retroceder al trabajador”.
“Un Gobierno que realmente entiende la problemática del pueblo y del país no procede de esa manera”, aseguró.
Al ser consultado sobre la apatía de la gente que manifiesta sus reclamos a través de las redes sociales y no se suma a las protestas en las calles, indicó que no hay que perder la esperanza. “Yo creo que en algún momento esa indignación se va a desbordar y la gente va a salir a la calle”.
“El día a día es duro y agotador, y muchas veces las personas no tienen tiempo ni siquiera para hablar de política. Por eso, el desafío está en lograr una conexión auténtica con la gente, relacionarse y construir juntos”, acotó.
Sostuvo que este es un tiempo de resistencia y no hay que cansarse de hablar.
“En el campo la gente reclama justicia, clama por mercados y mejores precios para vender su producción, mientras que en aquí los obreros después de su laburo tienen que esperar horas para viajar en buses chatarra. Mucha gente que no tiene empleo”, comentó y calificó al día a día como embrutecedor.
COPAMIENTO
Rodríguez explicó que la mayoría de las instituciones están subordinadas al proyecto político hegemónico actual, lo que refleja una preocupante concentración del poder político. “A partir de esta centralización, se imponen prácticas políticas basadas en la persecución, la amenaza y la venganza. No se permite la disidencia, y se busca un disciplinamiento absoluto, sin espacio para el debate. Esta es la realidad de las prácticas políticas que enfrentamos hoy”, sintetizó.
Agregó que esta situación deja secuelas muy graves que requieren tiempo para ser superadas. “Así como ocurrió con la dictadura stronista, cuyo legado negativo tomó años revertir a través de la construcción de leyes e instituciones, el costo de recomponer el sistema tras el cartismo será igualmente alto. Restablecer la confianza en las instituciones, garantizar la independencia de los poderes y lograr que cumplan con sus funciones republicanas será un desafío monumental que no se resolverá fácilmente”, expresó.
Habló también del autoritarismo que se refleja en el control de las instituciones del Estado, con la falta de espacio para la disidencia y el uso de mayorías coyunturales para imponer decisiones. “Estas son prácticas propias de un sistema autoritario que no deberían tener cabida en una democracia. Es absolutamente lamentable lo que se avizora como práctica habitual: Leyes que atropellan los derechos de los trabajadores, el desprecio hacia los abuelos y abuelas, y debates en el Congreso que apenas duran 6 u 11 minutos para aprobar normativas cruciales. Esto está lejos de lo que se espera de un país serio”, destacó.
Precisó que la figura de Cartes muy dañina para la política del Paraguay y que las acusaciones del Departamento de Estado de los Estados Unidos son de grueso calibre. “Él actúa de acuerdo a eso, para preservarse, para guarecerse, para hacer sus negocios y subordina a la política de acuerdo sus intereses”, describió.
Significó que esa situación se expresa como práctica política: “Ahí no hay debate, ahí no hay discusión. Así se aprobaron las leyes, así se aprobó el presupuesto general de gastos, así se le impulsó a Kattya”.
PROYECTOS
Rodríguez menciona al problema de la tierra como un desafío fundamental para un proyecto de cambio. “Sin el problema de la tierra, no íbamos a tener todas estas villas miserias o a pueblos indígenas expulsados”, refirió.
Señaló que la energía eléctrica es otro punto que debe ser atendido.
Asimismo, citó que necesariamente hay que dar una respuesta a los jóvenes que viven desencanto y frustración ante la falta de oportunidades.
“El lugar más indigno por donde pasan los paraguayos en este momento es el puesto de salud y por ello la atención primaria de la salud es una urgencia”, subrayó.
También dijo que el IPS debe dar cobertura de salud a todos los trabajadores.
