Según un reciente estudio realizado por estudiantes de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional del Este (UNE), la percepción negativa sobre el tráfico, el transporte público y la infraestructura vial refleja la principal preocupación de los ciudadanos.
La encuesta abarcó 38 de los 44 barrios de la ciudad con la participación de 1.140 personas. El 62% de los encuestados calificaron el tránsito como “malo” o “muy malo”, mientras que apenas el 2% manifestaron una opinión positiva. El microcentro y los barrios alejados concentran los principales puntos críticos del tránsito vehicular. Las calles angostas, el crecimiento urbano desordenado y la falta de alternativas de circulación agravan la situación, especialmente en las horas pico, cuando la ciudad se convierte en un embudo para los vehículos.
“La congestión en el microcentro es insostenible, especialmente en las mañanas y al final de la tarde. Llegar a tiempo a cualquier lugar es un desafío”, dijo Mario Benítez, asiduo automovilista de la zona.
La falta de planificación en la gestión del tráfico, combinada con un aumento constante del parque automotor, genera largos atascos que afectan a conductores y peatones por igual. WF