Durante un Consistorio Ordinario Cardenalicio, el papa Francisco invistió este sábado al arzobispo de Asunción, Adalberto Martínez Flores, como el primer cardenal de la Iglesia Católica en el Paraguay, marcando un hecho histórico en el país.
Con una gran sonrisa, el Sumo Pontífice entregó el birrete y el anillo cardenalicio a monseñor paraguayo, Adalberto Martínez Flores, expresándole lo siguiente: “Mirá, esto es un homenaje para el Paraguay y no se olviden de que la mujer paraguaya es la más gloriosa de América”, relató el cardenal. Frase similar a la que Francisco dijo en Caacupé en el año 2015, cuando estuvo de visita apostólica en el Paraguay.
El papa Francisco nunca ocultó el cariño que tiene hacia el Paraguay. Durante su episcopado en Buenos Aires compartía con frecuencia con las comunidades paraguayas residentes en Argentina. Además, es devoto de la Virgen de Caacupé.
Asimismo, el cardenal expresó que el Papa es como un padre para él y la Iglesia universal. “Él es como un padre y siente la Iglesia universal. Yo creo que con cada cardenal él tuvo alguna palabra, algún intercambio y sobre todo porque él quiere una Iglesia universal de gran catolicidad, con gran presentación de cardenales de varios países y también apunta a países que tampoco tuvieron cardenales anteriormente”, refirió durante entrevista realizada en Roma por Mónica Fabiola Ayala.
Martínez resaltó su gran devoción hacia la beata Chiquitunga e incluso en el Consistorio portaba un relicario con la foto de la beata.
“Ella realmente es un ejemplo de joven totalmente entregada a Dios. A ella la podemos ver por etapas en su vida, pero en todas fue como un crecer en santidad, ya sea de niña o de joven, porque reconocía en los pobres el rostro de Jesús y por eso es que se acercaba siempre a los ancianos, a los niños que no tenían para comer o vestir”, expresó muy emocionado.
Indicó que ella siempre socorría a los niños y ancianos y que era “una callejera del evangelio”, porque llevaba la buena noticia a las casas. “Era catequista y en ello también era muy efectiva, porque algunas catequistas de esa época todavía viven y suelen contar con mucha alegría de Chiquitunga y les inculcaba siempre un amor grande a la eucaristía y no por nada ella es María Felicia de Jesús Sacramentado y las reliquias simbolizan veneración”, sostuvo Martínez.
El arzobispo de Asunción mencionó que espera que la beata Chiquitunga pueda llegar a los altares como santa alguna vez.
milagros en pandemia. Resaltó que en la pandemia la beata realizó muchos milagros y destacó testimonios de las personas que afirman que fueron bendecidas con un milagro de la beata.
“Hablando con las personas que se encomendaron a ella, sobre todo en estos tiempos de aflicciones, el nombre de ella corría en las redes sociales, le agradecían a su persona por los pequeños o grandes milagros realizados, y tal vez que esos milagros sean reconocidos para que ella pueda acceder a los altares, ser canonizada y ser también un ejemplo y porque no, patrona de los religioso del laicado o de la juventud paraguaya”, puntualizó el cardenal Adalberto Martínez.
El cardenal paraguayo es elegible como Papa y, además, podrá formar parte de los electores dentro de un futuro cónclave.
Desde ayer, el Vaticano cuenta con 225 miembros del Colegio Cardenalicio, de los que 132 serán elegibles como Sumo Pontífice.