Desde el pasado 1 de agosto, varios estudiantes universitarios decidieron tomar la UCA, paralizando así las actividades académicas y administrativas. La medida de fuerza se inició luego de la desvinculación del decano José Antonio Galeano.
Como condición para levantar la protesta exigen la inmediata reposición del docente y la destitución del rector de la Universidad Católica de Asunción, Narciso Velázquez, a quien califican de dictador. Hasta el momento no se avizora una solución en la casa de estudios.
Ahora los alumnos de la Facultad de Filosofía, quienes son los que realizan la toma, realizan una campaña para elevar sus reclamos al papa Francisco, a través de la red social Twitter, explicó la vocera Alicia Elias a la emisora 780 AM.
El objetivo es convertir en tendencia el conflicto universitario arrobando los tuits a la cuenta en español que tiene el líder de la Iglesia Católica, @Pontifex_es. “La idea es que esto llegue realmente a ser leído por el Papa, entonces es más probable que la acción tenga repercusiones”, indicó.
Los estudiantes utilizarán el hashtag #RetomaUCA y #UCAautoritaria para intentar lograr su objetivo.
ACOMPAÑAMIENTO. El Ministerio Público decidió abrir una causa por supuesta coacción a cuatro estudiantes, un docente y un egresado luego de que un grupo tomara la sede educativa hace 15 días. Todos fueron convocados para una declaración indagatoria.
Elias lamentó que las autoridades universitarias recurrieran a la Fiscalía y a las fuerzas públicas al no tener capacidad para resolver el conflicto. Mencionó que están firmes en su postura y realizarán el acompañamiento a los alumnos citados para declarar.
CRISIS. A través de un comunicado, los estudiantes recuerdan que el conflicto en la UCA tiene como origen la designación como rector del padre Narciso Velázquez en el año 2015. “Desde el principio dio muestras de que su gestión estaría marcada por una actitud autoritaria”, señala.
El escrito refiere que ante la toma de la sede central, el rector propuso instalar una mesa de diálogo en la que de antemano vetó la posibilidad de tratar los tres puntos de las reivindicaciones de los estudiantes.
Los jóvenes argumentan que la toma es como un mecanismo de autodefensa frente a la violación de los estatutos de la casa de estudios; a la violencia ejercida contra la institución y ante las autoridades electas en la Facultad de Filosofía de la UCA.