Inician las clases y los centros educativos, al igual que en todos los barrios de Asunción y Central, sufren el acecho de las bocas de fumo y expendio de estupefacientes. Esto, teniendo en cuenta que en la semana pasada fueron desbaratados algunos puntos de venta ubicados estratégicamente cerca a colegios.
La venta de crack o chespi es un negocio que no conoce de escrúpulos y, así lo mencionan, desde la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), que según sus registros, el año pasado sacó de circulación cerca de 700.000 dosis de esta droga considerada como la más dañina para la sociedad. También se anularon focos de distribución y detención de traficantes que estaban ubicados cerca de centros educativos. Esta situación pone en alerta a los antidrogas en materia preventiva.
El informe anual de la Senad indica que el año pasado, solo en el Departamento Central fueron anulados más de 100 focos de microtráfico y 80 personas dedicadas a la venta de drogas fueron detenidas.
Al respecto, Francisco Ayala, director de Comunicación de la Senad, mencionó que “es una realidad el hecho de que tratan de ubicarse cerca de lugares donde acude su potencial clientela, que son los niños, adolescentes y jóvenes”.
Advirtió que esta sería la razón de los microtraficantes de colocarse dentro del radio cercano a los centros educativos o cerca de zonas de esparcimiento como las plazas. “Independientemente, a que este o no cerca de los colegios, se hace mucho uso de la modalidad delivery, no necesariamente que haya un punto de venta específico, sino que haya una persona que frecuente los alrededores de los centros educativos y que esté ofreciendo o comercializando drogas que es la otra modalidad”, detalló.
Investigación
Respecto al trabajo investigativo sobre la venta de drogas en puntos cercanos a colegios, Ayala mencionó que “la investigación y el desbaratamiento son totalmente similar al resto de las operaciones, ya que el crimen es igual de terrible sea o no cerca de algún centro educativo”.
Sin embargo, resaltó que respecto al trabajo preventivo sobre el consumo de drogas se debe trabajar en conjunto con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). “Sí, obligatoriamente tenemos que trabajar de forma coordinada con las autoridades del MEC, que cuentan con protocolos de actuación y resguardo de la identidad de los chicos implicados”.
Zonas rojas
A la consulta de sí la Senad tiene focalizadas las zonas de peligro por venta de estupefacientes, Francisco manifestó que “en realidad, últimamente ya no se puede hablar de la existencia de zonas rojas, pero si hay puntos de mayor vulnerabilidad”.
Precisó que “al hablar de esto nos referimos a zonas con situaciones de mayor pobreza, asentamientos y similares que son realmente contextos donde circulan mayores cantidades de drogas”.
También detalló que los puntos más vulnerables están en Central y Asunción. Especificó que en la capital, se dan mayormente en las zonas de los Bañados Sur y Norte, además de Zeballos Cué y otros puntos donde permanentemente realizan intervenciones.
como Hongos
El vocero de la Senad afirmó que el negocio del microtráfico es “terrible, perverso y es como los hongos, se reproduce rápidamente, ya que si es detenido un hombre, continúa su esposa con el negocio, va presa ella y continúa el hijo”. Además, advirtió que “no queda allí, también ocasiona mucho daño a nivel social, porque influye en la salud pública de los chicos que consumen, influye en la seguridad, porque esta gente roba, aprieta, incluso influye en el sufrimiento social por toda la familia que está detrás de esta gente. Es un problema muy complejo”.
Casos recientes
Días atrás, la Senad se incautó de 115 gramos de crack, equivalentes a casi 800 dosis, de una vivienda del Barrio San Isidro de Luque, cercano a un colegio. Ahí fue detenida Emilia González Medina (65), más conocida como “Ña Emi”, reincidente en el ilícito, además de Marco Amarilla (30). El pasado miércoles, detuvieron a una mujer, de 31 años, acusada de traficar drogas y de utilizar a sus hijos para la entrega. Ocurrió en una vivienda del barrio Redención de Concepción, donde se incautaron de dosis de cocaína y de crack.
“Viven en una zanja, donde circulan para vender sus drogas”
Uno de los centros educativos acechados por los vendedores y consumidores de estupefacientes es la Escuela San Pedro, ubicada sobre la calle Pura Aguero Vera y San Ramón, en el barrio San Pedro, localidad de Zeballos Cué, de la ciudad de Asunción.
Uno de los pobladores de la zona, cuya identidad resguardamos por la severidad de los datos brindados a nuestro medio, reveló que varios vendedores, “viven en una zanja donde circulan para vender sus drogas en todas partes”.
Indicó que se trata de un cause de agua de dos mil metros, donde se encuentran precarias viviendas a ambos lados y que la mayoría de las personas que las habitan tienen relación con el mundo de las drogas o se dedican a reducir los objetos que son hurtados por los consumidores.
Peligroso. Apuntó, además, que uno de los principales y considerado “peligroso” vendedor de droga reside en un pasillo sobre la calle Profesor Miguel Rojas, por donde cruza la zanja en cuestión.
Refirió que el hombre, a quien llaman Gordo, circula en motocicleta, llevando su producto a distintas partes de la zona. “No se queda, parece que no duerme y los vehículos que vienen junto a él son de último modelo”, señaló el poblador.
El vecino manifestó, además, que la gente de bien está cansada de los adictos que todo el tiempo rondan los pasillos de la zona, pidiendo dinero a todo el que se les cruza, y que por las noches ya no se puede transitar debido a que asaltan a cualquiera.
Zona roja. Otra pobladora, que encarecidamente pidió resguardo de su identidad, nos contó que detrás de la Escuela San Pedro, donde empieza la zanja, es el punto de encuentro de los adictos. “Está llena de consumidores”, afirmó.
“De hecho, hay varios lugares de venta de drogas a tres cuadras del colegio y es un peligro porque viene gente para comprar de todos lados en vehículos, motos, de Zeballos, de Loma”, señaló la mujer.
La vecina relató que si los adictos ven algo dentro del patio de las casas, entran para robar y llevan cualquier cosa.
“A la siesta tenemos que llavear los portones porque no pueden ver nada, ropas, sillones, llevan y venden. No podés descuidarte. En casa no hace mucho que entraron y llevaron un sillón”, denunció la pobladora.
También señaló que tiene hijos en edad escolar, pero que van a un colegio de Loma Pytã, ya que no le gusta la situación en que se encuentra la Escuela San Pedro.
Además, indicó que durante un tiempo se abrió en dicha institución educativa el horario nocturno, pero que los directivos tuvieron que cerrarlo rápidamente por la cantidad de adictos que frecuentaban la zona y causaban desmanes y asaltos a los estudiantes.