Científicos de la Universidad de Liverpool y de la Universidad John Moores realizaron un estudio acerca del comportamiento de los gatos domésticos con base en 2.042 testimonios de familias.
Los resultados se basaron en la encuesta realizada en forma de un test, que incluyó 46 afirmaciones con las que los dueños de los felinos debían caracterizar a sus mascotas de una u otra manera.
La investigación fue publicada en la revista Journal of Research in Personality este mes, señala Página 12 de Argentina este lunes.
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Los resultados concluyeron que es probable que estas mascotas tengan ciertos rasgos de sicopatía, que es una alteración de la personalidad caracterizada por el narcisismo, la impulsividad y las conductas de control y manipulación.
Para llegar a esta conclusión se utilizó una herramienta para evaluar la estabilidad mental de los felinos llamada CAT-Tri, que es la primera de su tipo en detectar la sicopatía.
Los expertos señalan que esta herramienta además podría ser útil para mejorar las relaciones entre el gato y su familia.
A partir de esto se evaluaron cinco aspectos diferentes del gato domesticado: La audacia, relacionada a la dominancia social y los bajos niveles de miedo; la desinhibición, por los problemas de autocontrol; la maldad, caracterizada por la falta de empatía; y la antipatía hacia otras mascotas y hacia humanos.
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Los hallazgos proporcionaron a los investigadores una visión de la estructura de sicopatía triárquica en los gatos, que se refiere al modelo triárquico que define la sicopatía como un trastorno compuesto de tres características principales: La audacia, la desinhibición y la mezquindad.
Una de las autoras del estudio, Rebecca Evans, explicó que ese rasgo sicopático fue útil para los antepasados de nuestras mascotas en términos “de adquisición de recursos, como la comida, el territorio y oportunidades de apareamiento”.
“Mi gato atormenta a su presa en lugar de matarla directamente”, “mi gato vocaliza fuerte (por ejemplo, maúlla) sin motivo aparente” o “mi gato es muy excitable (por ejemplo, actúa de forma exagerada y descoordinada)” fueron algunas de las frases presentes en el cuestionario con el que los investigadores buscaron evaluar el estado síquico de los felinos.