Hasta ahora los científicos no habían podido cuantificar el impacto de un único pozo petrolífero o una central eléctrica en estos depredadores de la tundra, símbolos de los peligros que plantea el cambio climático a medida que se derrite el hielo del Ártico.
Con este nivel de detalle, los dos autores del artículo esperan colmar una laguna de la legislación estadounidense.
Aunque estos carnívoros están protegidos como especies en peligro de extinción desde 2008, un dictamen jurídico impide que las estimaciones climáticas influyan en las decisiones sobre la concesión de permisos a nuevos proyectos de explotación de combustibles fósiles.
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“Hemos presentado la información necesaria para anular el memorando Bernhardt”, dijo a la AFP Steven Amstrup, primer coautor del informe y zoólogo de Polar Bears International y de la Universidad de Wyoming, en referencia a la salvedad legal que lleva el nombre de un abogado de la administración del ex presidente George W. Bush.
Supervivencia de los oseznos
Cuando en verano se derrite la capa helada, donde cazan focas o se aparean, los osos polares se retiran a tierra o a bloques de hielo lejos de la costa, donde soportan largos periodos de ayuno. Estas temporadas son cada vez más largas a medida que aumenta la temperatura global.
Una investigación histórica publicada en Nature en 2020 fue la primera en calcular los vínculos entre los cambios en el hielo marino causados por el clima y la demografía de los osos polares.
Basándose en este trabajo, Amstrup y Bitz establecieron las relaciones matemáticas entre las emisiones de gases de invernadero y los días de ayuno, así como la supervivencia de los oseznos, en 15 de las 19 subpoblaciones de osos polares, entre 1979 y 2020.
Por ejemplo, el mundo emite actualmente a la atmósfera 50.000 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono o gases equivalentes al año, reduciendo la tasa de supervivencia de los oseznos en más de tres puntos porcentuales anuales en la subpoblación del sur del mar de Beaufort.
En grupos sanos, la supervivencia de los cachorros en el primer año de vida ronda el 65%.
Implicaciones para otras especies
Aunque la pareja confía en sus cálculos, afirma que su trabajo puede perfeccionarse con más investigaciones sobre el terreno, por ejemplo mejores estimaciones de la masa de los osos cuando entran en ayuno.
Joel Berger, catedrático de conservación de la fauna salvaje de la Universidad Estatal de Colorado, elogió el informe.
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“Amstrup y Bitz establecen un vínculo cuantitativo incontrovertible entre las emisiones de gases de efecto invernadero, la disminución del hielo marino, la duración del ayuno -una respuesta fisiológica a la pérdida de oportunidades de caza de focas- y la posterior demografía de los osos polares”, afirmó Berger, quien no participó en la investigación.
Más allá de ofrecer una posible solución política al vacío legal, la nueva investigación podría tener implicaciones que van mucho más allá de los osos polares y adaptarse a otras especies, señaló a la AFP Cecilia Bitz, climatóloga de la Universidad de Washington y segunda coautora.
Fuente: AFP