EFE
Científicos del Instituto Noruego de Salud Pública han llegado a esas conclusiones tras estudiar la evolución de 51.000 bebés y sus madres entre 2002 y 2008.
Cuando un feto ha estado expuesto a altos niveles de cafeína –más de 300 miligramos diarios–, puede llegar a pesar 480 gramos más que otros niños a la edad de ocho años, según el trabajo.
Los autores del análisis consideran que esos resultados respaldan el consejo de que las mujeres reduzcan su consumo de cafeína durante el embarazo y afirman que evitarla por completo “podría ser recomendable”.
Se trata de un estudio observacional, por lo que no demuestra que la cafeína sea la causa directa del sobrepeso, si bien los investigadores creen que la “consistencia” de los resultados, la amplia muestra utilizada y la “explicación biológica plausible” para el fenómeno apoyan sus conclusiones.
La cafeína traspasa de forma rápida los tejidos del cuerpo, incluida la placenta, y tarda más en desaparecer del organismo durante el embarazo.
Estudios previos la han ligado a un mayor riesgo de sufrir abortos y problemas en el crecimiento fetal.
Para evaluar si el consumo de cafeína durante la gestación puede además estar relacionado con el sobrepeso en niños, los científicos noruegos entregaron cuestionarios a miles de madres en su semana número 22 de embarazo.
A partir de su consumo de fuentes de cafeína, como café, té negro, refrescos, chocolate y otros alimentos, agruparon a las madres en cuatro grupos: bajo consumo de cafeína (entre cero y 49 miligramos al día), medio (de 50 a 199 miligramos), alto (de 200 a 299 miligramos) y muy alto (más de 300 miligramos).
El 46 % de las madres fueron clasificadas como personas con un consumo bajo de cafeína, el 44 % se ubicó en el grupo de consumo medio, un 7 % en el alto y un 3 % en el muy alto.
Los investigadores observaron asimismo que cuanto mayor era el consumo de cafeína, más probabilidades había de que la madre tuviera más de 30 años, hubiera tenido algún otro hijo, consumiera más calorías diarias y fumara durante el embarazo.
Las mujeres con un consumo muy elevado de cafeína tendían además a tener un menor nivel educativo y a haber sufrido obesidad antes de quedar encinta.
Los científicos noruegos anotaron además el peso y las medidas corporales de los niños en once ocasiones, entre las seis semanas de edad y los ocho años.
La exposición a cualquier nivel de cafeína durante el embarazo se asoció a un mayor riesgo de que el niño sufriera sobrepeso entre los 3 y los 5 años, según los resultados del estudio.
Ese aumento de peso persistió hasta los 8 años tan solo en los niños cuyas madres habían ingerido altas dosis de cafeína durante la gestación.
Cuando la madre tomó más de 300 miligramos diarios de cafeína durante la gestación, su hijo pesaba hasta 83 gramos más entre los 3 y 12 meses de edad; hasta 136 gramos más en sus tres primeros años de vida, hasta 320 gramos más entre los tres y los cinco años, y 480 gramos más a los ocho años.