A casi el 96 por ciento del escrutinio, el dirigente indígena está a menos de un punto de evitar una segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa.
Morales lleva un 46,39 por ciento de los votos frente al 37,11 de Mesa, con lo que está a solo 0,72 puntos de proclamarse vencedor.
Una victoria que llegaría en medio de nuevas movilizaciones de sus detractores, que desde que cerraron las urnas el pasado domingo llevan denunciando un fraude amparado por un órgano electoral que consideran al servicio del gubernamental Movimiento al Socialismo de Morales.
GANADOR PARA UNOS, CUESTIONADO POR OTROS
El mandatario boliviano ya ha recibido por anticipado la felicitación de aliados como el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, o el Gobierno del venezolano Nicolás Maduro, pero se enfrenta a una parte de la comunidad internacional y de organismos que dudan del proceso electoral.
El presidente se reunía por la mañana con embajadores y representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE), entre otros, quienes cuestionan que el proceso sea limpio.
La dimisión este martes del vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, Antonio Costas, sin esperar al final del recuento, no hizo más que alimentar las dudas.
La tensión es tal que poco antes de conocerse esa renuncia la presidenta del tribunal electoral, María Eugenia Choque, comparecía entre sollozos lamentando que temen incluso por la integridad de los miembros de esta organismo.