Según el informe de la Unidad de Investigación Sensitiva (SIU) de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), realizado en el marco de la operación Arai, que dio pie a la operación A Ultranza Paraguay, José Estigarribia, tuvo activa participación en el esquema de lavado de activos provenientes del narcotráfico.
José Fernando Estigarribia Cristaldo, quien sigue prófugo, habría sido un importante eslabón dentro del esquema criminal liderado por Sebastián Marset, pero antes fue funcionario del Ministerio Público, específicamente se desempeñó como asistente fiscal en la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico, según pudo confirmar Última Hora.
Estigarribia Cristaldo renunció en el 2017 al Ministerio Público, tras la apertura de un sumario, formó una empresa unipersonal y luego estableció una relación comercial con “el jefe”, Sebastián Marset.
Información privilegiada
Para la organización criminal, el pasado de José Estigarribia dentro del Ministerio Público tuvo vital importancia. Las investigaciones señalan que el ex funcionario de Antinarcóticos también acercaba a Marset informaciones sensibles sobre las causas por las que este era investigado.
Sebastián Marset fue detenido el 10 de setiembre de 2021, en Dubái, cuando intentaba llegar hasta Grecia, donde tenía vínculos con un club de la segunda división y al cual habría transferido varios futbolistas procedentes de Paraguay. Una discusión que tuvo con funcionarios de Migraciones contribuyó a levantar las sospechas y motivó una mejor revisión.
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Según consta en las transcripciones de llamadas registradas en las investigaciones, Marset recurrió a sus aliados Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, y José Fernando Darío Estigarribia Cristaldo, para intentar quedar libre por el uso de un pasaporte de contenido falso.
Las conversaciones no solo revelan la desesperación del supuesto narco por quedar libre, sino también las maniobras que este y sus aliados intentaron realizar para regularizar la situación. Asimismo, queda en evidencia que José Estigarribia hizo llegar a Marset la información sobre las investigaciones en las que lo mencionaban.
Marset y sus aliados buscaban convencer a las autoridades de Emiratos Árabes Unidos (EAU) de que Sebastián Marset estaba radicado legalmente en Paraguay y que fue víctima de un grupo de estafadores que operaban en el país a la hora de gestionar su pasaporte.
Una de las estrategias conversadas fue recurrir al embajador paraguayo en EAU, Ángel Ramón Barchini, para que este intermedie ante las autoridades en Dubái, algo que no se sabe si finalmente sucedió. Asimismo, se habían planteado ingresar de forma irregular un pedido de pasaporte en el Departamento de Identificaciones de la Policía Nacional o recurrir al Ministerio del Interior.
Alertado sobre investigación
Todos los planes de Sebastián Marset de regresar a Paraguay, tras el inconveniente en Dubái, quedaron frustrados luego de que José Estigarribia accediera a información sensible. El 23 de setiembre de 2021, Marset fue alertado por Estigarribia de que el Comando Tripartito lo estaba investigando.
Según lo expresado entonces por Estigarribia, la información sobre las investigaciones fue proporcionada por el abogado que los asesoraba (un ex fiscal). Asimismo, se detalla que el asesor le sugirió que no regrese al país. A partir de ahí, Marset empezó las gestiones para conseguir un pasaporte uruguayo, con el que finalmente quedó libre.
Según se infiere de las conversaciones, el abogado a quien contactó la organización se informó sobre los antecedentes de Marset antes de tomar participación en el caso. El ex fiscal al que se menciona como asesor fue consultado por Última Hora y este aseguró que él nunca se involucró con la causa, pero reconoció que hubo contactos con Estigarribia.
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José Estigarribia probablemente hacía mención a la operación Smart, en la que el Comando Tripartito tenía en la mira a Marset ante las sospechas de liderar un clan familiar dedicado al narcotráfico y el lavado de dinero. Este documento fue remitido al fiscal Lorenzo Lezcano, en el mes de marzo del 2021 (un año antes de la operación A Ultranza Paraguay).
El rol de Estigarribia
Según el informe del SIU, José Estigarribia formaba parte del clan de Marset como administrador, testaferro y organizador. Este figuraba como propietario de dos marcas dedicadas a actividades comerciales: Team Force Trainig Center, del ámbito de artes marciales mixtas, y Woko, dedicada al rubro gastronómico.
José Estigarribia, alias La Maldad, como era conocido, y quien era un apasionado por el deporte, llegó a ocupar la presidencia de MMA Paraguay (Federación Paraguaya de Artes Marciales Mixtas) y en abril del 2021 viajó junto con Marset y otros miembros de su clan hasta Dubái, Emiratos Árabes Unidos, con la finalidad de “abrir las puertas del MMA en el Paraguay”.
El informe indica que las relaciones comerciales de José Estigarribia y Sebastián Marset se originaron en el año 2021. Ambos compartieron la organización de eventos, como la Copa Team Force Internacional, en los que se realizaba una gran inversión de dinero.
En los eventos se contaba con el patrocinio de las firmas Total Cars y Woko, que formaban parte de las firmas investigadas como parte del esquema de lavado de dinero.
Según concluyen las investigaciones, José Estigarribia cumplía funciones para Marset proveyendo al esquema una marca, su trayectoria y conocimientos, así como su identidad tributaria y cuentas bancarias para la inyección de activos al sistema financiero.
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A Ultranza Paraguay
La operación A Ultranza Paraguay es considerada como el mayor golpe contra el crimen organizado en el país. Se realizaron unos 200 allanamientos y se incautaron de bienes por un valor superior a los USD 100 millones.
Si bien el golpe económico a la estructura fue considerable, solo un poco más de una decena de personas fueron detenidas, mientras los principales cabecillas de la organización siguen prófugos. Datos a los que accedió Última Hora, ubican al cabecilla de la organización, Sebastián Marset, en Mozambique.
La investigación se llevó a cabo por más de dos años, donde se indagó el esquema integrado por organizaciones criminales conformadas y preexistentes dentro del continente sudamericano. Se estima que más de 20 toneladas de droga pasaron por el país.
La organización desmantelada está vinculada a la incautación de tres cargas de cocaína en Europa. Entre ellas 1.131 kg y 10.946 kg en Bélgica y 4.174 kg en Países Bajos. Asimismo, se vincula al grupo criminal con la incautación de 1.344 kg de cocaína en el Chaco y 3.416 kg en Fernando de la Mora. También se habla de incautaciones de droga en Uruguay.
Además de proveer de logística para el transporte internacional de drogas, los grupos criminales facilitaban la circulación de millonarias sumas de dinero dentro del sistema financiero nacional e internacional.