El médico es profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA. Por Becal, realizó una maestría en Cirugía Mínimamente Invasiva en la University College de Londres, una de las casas de estudio superior mejor rankeadas del Reino Unido.
El científico indicó que el modelo de máscara está pensado en los profesionales de la salud locales expuestos al Covid-19.
“Sigo la experiencia de otros países que tuvieron problemas de insumos para terapias intensivas, en donde fueron utilizadas técnicas de impresión 3D para solucionar estos inconvenientes. Entonces tuve la idea de diseñar estos prototipos para ayudar a mis compatriotas”, expresa el doctor Espínola.
CARACTERÍSTICAS. El modelo de la máscara es rígido y se puede imprimir con filamentos elásticos para más confort.
Se adapta a la forma del rostro que produce un efecto de sellado en la respiración. Es biodegradable y puede ser reutilizado luego de ser sumergido en desinfectantes comunes.
Espínola ofrecerá el prototipo de manera gratuita para que los interesados lo impriman o puedan introducirle modificaciones o mejoras.
otros países. El coordinador del programa Becal, Federico Mora, comenta que hay 502 becarios actualmente distribuidos en 25 países. Todos están en cuarentena y ninguno presenta síntomas respiratorios.
“Algunos ya terminaron sus estudios, pero no pudieron volver, entonces lo que hacemos es destinarles recursos para financiar el alquiler y el seguro médico”, explica.
Agrega que cuentan con fondos para este tipo de casos, por lo que no implicó ningún sobreesfuerzo financiero.
“Otros ya están trabajando en el país, retornados y en investigaciones que pueden ayudar en esta coyuntura de pandemia, como lo hace el doctor Espínola”, dice.
Becal cuenta con un presupuesto anual de USD 12,5 millones. Un grupo de becarios de intercambio (una nueva modalidad) quedó en Estados Unidos sin poder retornar antes de que se suspendan vuelos y cierren aeropuertos.
“Pero están todos bien, sin problemas de recursos y dando clases a distancia”, agrega Mora. Además, todos están en contacto con sus familiares que viven en territorio nacional.
Días atrás, parte de los 500 becarios en el extranjero enviaron mensajes de aliento a familiares y amigos en Paraguay. También contaron sus experiencias en la pandemia.
Opiniones
“Es tiempo de replantearnos la educación”
“Me encuentro realizando un semestre de movilidad en la universidad Sapienza de Roma. Desde hace dos semanas luego del cierre de todas las escuelas y universidades me encuentro cursando las materias online. Los profesores suben el contenido en forma de videos, textos o ensayos y nosotros también entregamos tareas y esperamos la devolución de los docentes. Es tiempo de replantearnos la manera en la cual aprendemos y obtenemos la educación, quizás no sea fácil, pero es lo que nos toca vivir. Estoy bien, cumpliendo la cuarentena como todos”. Andrea Poletti, becaria.
“El intercambio cultural es un desafío”
“Tenemos clases a través de Zoom, una plataforma online para interactuar de manera muy eficiente con mis compañeros y el profesor. Será un desafío muy grande para los estudiantes, ya que una de las fortalezas de estas becas es el intercambio, que se realiza entre pares con conversaciones informales en el campus, pero están surgiendo otras iniciativas innovadoras para recrear ese intercambio entre los miembros de la comunidad. Tendremos que mantenernos optimistas”, dice Selene Rodríguez Alcalá, quien realiza una maestría en Educación en Harvard. Selene Rodríguez, becaria.
“Tenemos que ser solidarios entre todos”
“Recién vine a Francia para estudiar un doctorado en Derecho Público por la Universidad de París. Vivimos una situación particular a nivel global, nos toca respetar las medidas de los gobiernos para evitar la propagación del virus. Tenemos que ser solidarios entre todos, teniendo en cuenta que son muchas las personas que están trabajando en los hospitales. Me toca utilizar la cuarentena para lecturas e investigación bibiográfica que implica el doctorado. Quiero mandar un abrazo para todos allá en Paraguay y que respeten la cuarentena. Mucha fuerza”. Jorge Melgarejo, becario.