Julián Vega llegó al aeropuerto internacional Silvio Pettirossi en la madrugada de este jueves. Fue recibido con carteles y muestras de apoyo por parte de sus familiares y seguidores.
Casi escapando de los medios de prensa, el ex director de Migraciones fue llevado hasta su vehículo acompañado de un grupo de hombres, que lo escoltó tras su salida de la zona de desembarque. En todo momento, se mostró tranquilo y sonriente.
Todos los presentes consideraron que el actuar del ex director no estuvo fuera de lugar y que solo fue una mala interpretación de los medios de comunicación y de la mujer afectada.
“Tanto problema por esto. Ikuarto de oro mba’epiko, itatu de oro mba’epiko. Para que se genere tanto problema” (¿Acaso tiene un muslo de oro o una vagina de oro? Para que se genere tanto problema), indicó eufórica una de las personas que se encontraba en la principal estación aérea del país aguardando a Vega.
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Con el objetivo de justificar y minimizar el comportamiento del ex director, otra de las mujeres dijo: “Julián oñatoine seguramente y se interpretó mal eso” (Julián seguro le tocó).
Vega retornó al país luego de su polémica participación en un curso de capacitación en la República de China-Taiwán. Fue denunciado por acoso de sexual tras haber tocado el muslo de su traductora.
Tras la repercusión de su actuar, el titular de Migraciones puso a disposición su cargo y su dimisión fue aceptada. El ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, había anunciado medidas severas por la conducta inapropiada de Julián Vega.
Del curso de capacitación participaban también representantes de Estados Unidos, Bélgica, Japón, Tailandia, Vietnam, Sudáfrica y Guatemala.
