Esther Ballestrino se dedicaba a la química farmacéutica. Fue una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, tras el secuestro de su hija Ana María Careaga Ballestrino, durante casi 4 meses.
Ana fue secuestrada el 13 de junio de 1977 y llevada a un centro clandestino de detención denominado Club Atlético. Manifestó en Monumental AM que entonces estaba embarazada de 3 meses y estuvo cerca de 4 meses en cautiverio. Antes, su cuñado sufrió la misma suerte, pero de él nunca más tuvieron noticias.
La mujer indicó que su madre, una vez que se aseguró de que las hijas estuvieran a salvo en Suecia, volvió a Argentina. “Creo que además, por un lado, fue una militante, primero en Paraguay y después cuando se sumó a Madres”, explicó.
“Cuando volvió le preguntaron por qué, si ya recuperó a su hija y ella respondió: ‘Yo voy a seguir hasta que aparezcan todos, porque todos los desaparecidos son mis hijos’”, añadió Careaga. Para las Madres, “la búsqueda se transformó en un reclamo colectivo”.
Esther siguió trabajando con las madres hasta que en un operativo de 2 días, en diciembre de 1977 fue secuestrada junto con otras madres, 2 religiosas francesas y otros militantes. Luego de poco más de una semana en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), fueron arrojadas desde uno de los “aviones de la muerte” en la costa Atlántica.
“Después supimos que, a mediados de diciembre, aparecieron unos cuerpos a lo largo de la costa atlántica entre Santa Teresita y Mar del Tuyú y fueron enterrados en un cementerio como NN”, señaló. Con ayuda del equipo de antropólogos argentinos, lograron identificar a Esther, a una religiosa francesa y a otras Madres.
Antes de su militancia en Madres, Esther se dedicaba a la química farmacéutica. Llegó a trabajar con el papa Francisco durante su formación como seminarista.
“No existíamos en esa etapa de mi madre, pero él la recuerda con mucha admiración. Aprendió los primeros valores de la vida con ella”, expresó. Estimó que durante su visita la recordará también.
Si bien Esther nació en Uruguay en 1918, vivió gran parte de su vida en Paraguay, donde hizo todos sus estudios. Incluso, según la hija, sentía un gran amor por este país.
Lo que hizo que Ana también se enamore de Paraguay, que conoció de grande. “Siempre que voy me encuentro con gente que la recuerdan con mucha admiración”, afirmó. Esther dejó Paraguay durante la dictadura de Higinio Morínigo.
En Paraguay fue organizadora del Movimiento Femenino del Paraguay y fue su primera secretaria.