El jurado, que comenzó sus deliberaciones el pasado lunes 20 de diciembre, encontró a Ghislaine Maxwell, quien acaba de cumplir 60 años, culpable de los cargos más graves, incluido el de “tráfico sexual de una menor”, un delito que por sí solo puede costarle hasta cuarenta años de prisión.
Los observadores creían que las deliberaciones del jurado estaban favoreciendo a Maxwell porque muchas de sus peticiones de revisar declaraciones y pruebas iban en el mismo sentido de las dudas planteadas por la defensa de la británica sobre la inconsistencia de las pruebas.
Nota relacionada: “Maxwell, la socia de Epstein, acusada de tráfico sexual de adolescente de 14 años”
Esas pruebas se han basado principalmente en los testimonios de cuatro mujeres –de las que tres pidieron y consiguieron el anonimato– que declararon haber sido contactadas y engañadas por Maxwell para que se trasladasen a algunas de las mansiones que Jeffrey Epstein poseía y donde, con la denominación de “masajes”, las sometió a abusos sexuales siendo ellas menores de edad.
Finalmente, el jurado encontró a Maxwell culpable de cinco delitos, que van desde el “transporte de una menor con fines de tráfico sexual”, a la “conspiración en tráfico sexual de menores” o “incitación” a viajar para mantener actividades sexuales, entre otros.
Lea también: “El FBI detiene a socia del magnate Jeffrey Epstein en supuesta trama de abuso”
Según los presentes, Ghislaine Maxwell no lloró ni perdió los nervios al escuchar la lectura del veredicto que puede significar que pasará el resto de su vida en prisión; se dedicó a tomar sorbos de una botella de agua y a susurrar al oído de una de sus abogadas.