El ex policía Roberto Osorio, y su esposa Ada Liz Da Rosa, fueron condenados ayer, en juicio oral, a penas de 8 y 4 años y medio de prisión, respectivamente, por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
La resolución fue dictada en forma unánime por los magistrados Juan Pablo Mendoza, Laura Ocampo y Fabián Weinsensee, quien se encuentra internado aún y participó de manera telemática del juicio oral.
Además de las penas, el Tribunal dispuso revocar las medidas para Osorio, quien pasará a guardar reclusión en la Agrupación Especializada, por su condición de policía.
Por su parte, con relación a su esposa, Ada Liz Da Rosa, los jueces mantuvieron las medidas alternativas a la prisión preventiva, hasta tanto quede firme el fallo.
Igualmente, los jueces dispusieron el comiso especial de tres vehículos, un Audi, valuado en principio en USD 120.000, un Mitsubishi y un Toyota, valuado en USD 60.000.
ENRIQUECIMIENTO. El Ministerio Público sostiene que Osorio y Da Rosa no pudieron justificar sus bienes por la suma de G. 776.275.180, en su mayoría por la compra de vehículos lujosos.
La investigación fiscal abarca un periodo comprendido de marzo de 2010 a marzo de 2015, debido a que el lavado de dinero tiene pena de 5 años de encierro.
El juzgamiento se inició el pasado 1 de setiembre, ante el Tribunal de Sentencia. La fiscala Natalia Fuster había requerido la citada pena.
La causa es una derivación de la causa por el desvío de combustibles de la Policía, en donde Osorio, también fue condenado a una pena de 8 años de encierro. En el mismo caso, había sido condenado también el ex comandante de la Policía Nacional, Francisco Alvarenga.
Osorio fue condenado por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, mientras que su esposa como cómplice del enriquecimiento, y por lavado de dinero.
El juicio oral debía seguir el pasado miércoles, pero el juez tuvo un problema de salud que requirió internación en un centro asistencial, por lo que se fijó la continuidad para ayer viernes.
Si no continuaba, iba a ser declarado interrumpido, por lo que debía iniciarse de nuevo. Por este motivo, el juez Weinsensee, aun internado, tuvo que conectarse por vía telemática. De esta manera, el juicio concluyó.