El ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández fue capturado este martes en su casa de Tegucigalpa, en Honduras, y trasladado supuestamente a rendir su primera declaración ante un juez natural que ordenó su detención, luego de que Estados Unidos lo solicitara el lunes, con fines de extradición, por narcotráfico entre otros delitos.
Hernández fue capturado bajo un riguroso dispositivo de seguridad que desde la noche del lunes rodeó su residencia en una zona exclusiva de la capital hondureña.
El ex gobernante fue esposado de manos y pies frente al portón de entrada de su residencia, tras una operación de captura que encabezó el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón.
Hernández salió de su casa cubierto con una gorra azul y mascarilla del mismo color pasadas las 14:00 (hora local) y, de inmediato, policías le colocaron un chaleco antibalas y procedieron a esposarlo de pies y manos.
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Luego fue subido a un vehículo blindado, de una caravana, y llevado a una unidad de la Policía Nacional, donde estaría rindiendo su primera declaración preliminar, como parte del proceso judicial sobre extradición.
La Embajada de EEUU en Tegucigalpa afirmó este martes que Hernández “participó en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares”.
La droga se movilizó “por rutas aéreas y marítimas, y para transportar las drogas hacia el oeste de Honduras, hacia la frontera con Guatemala, y finalmente a los Estados Unidos”, indicó la legación diplomática en una extensa nota dirigida a la Cancillería hondureña en Tegucigalpa, en la que confirmó la solicitud de captura de Hernández con fines de extradición hecha por Washington el lunes.