CIUDAD DEL ESTE
Wilfrido López, ex trabajador de la Municipalidad de Ciudad del Este, quien junto con otras 22 personas fue desvinculado en 2001, se crucificó ayer en la Plaza de la Paz, pues afirma que se cortó el diálogo con la Intendencia, pese a los compromisos de pago.
Junto a él, siguen encadenados Sebastián Sanabria y Antonio Balmori, y los acompañan otros ex trabajadores que reclaman una indemnización de G. 3.754 millones dispuesta por orden judicial firmada por Mario Aguayo.
Ese monto fue incluido en el presupuesto municipal de este año, pero hasta el momento, los ex trabajadores no reciben la paga. Hace una semana que iniciaron la medida de fuerza en la plaza.
Por momentos, hubo mucha tensión, ya que López estaba decidido a que le clavaran en ambas manos, fue persuadido sobre las consecuencias que podría acarrear, y finalmente aceptó atarse a la cruz.
Antes los manifestantes realizaron una caminata por la avenida Pioneros del Este. “Apelamos una vez más a la humanidad de la señora intendenta a que cumpla con la orden judicial, no es dinero de su bolsillo”, expresó el representante Hernán Romero.
David Espínola, encargado de finanzas de la Comuna, dijo que el viernes pasado se reunieron con los ex trabajadores, se habló de definir un plan de pagos, pero finalmente el lunes iniciaron la medida.
El funcionario señaló que utilizan a las personas enfermas (hay dos ex trabajadoras con cáncer, una en estado grave) para insistir, pues se les propuso priorizar a esa gente en un plan de pagos gradual, pero no aceptaron.
Ahora, la asesoría informará al juzgado de la causa que depositará un monto mensual en la cuenta judicial del caso, hasta cumplir con el monto establecido en la sentencia.