Con justicia podemos decir que el actor mexicano Alex Durán es un entrevistado de lujo. Acaba de estrenar la segunda temporada de El Dragón: El regreso de un guerrero, serie de drama criminal que goza de la preferencia del público en Netflix.
Producida por W Studios en coproducción con Lemon Studios para Televisa y Netflix, El Dragón está protagonizada por Sebastián Rulli y Renata Notni, y Durán forma parte del reparto de esta serie que permaneció por varios días en el top tres mundial de la plataforma y en nuestro país no fue la excepción.
Cuenta con dos temporadas, la última con 44 capítulos y un éxito jamás imaginado. Uno de los personajes que se ganaron la admiración y el cariño del público fue el del japonés Ishiro Tanaka, interpretado por Durán.
Con 14 años de experiencia y una imponente figura marcada por sus casi dos metros de estatura, el actor de 38 años impresionó a propios a extraños dando vida a Tanaka, miembro de la temible y legendaria banda de los Yakuza japoneses y mano derecha del protagonista Miguel Garza, personaje interpretado por Rulli.
Protagonizar un papel tan importante y complejo como este no es tarea fácil y el mismo actor lo afirma: “Definitivamente Ishiro Tanaka ha sido uno de los personajes más complejos que me ha tocado interpretar en todos los aspectos, tanto en el actoral como sicológico y físico”.
¿Cuánto tiempo te preparaste para el papel?
-Me llevó tiempo. Ishiro es un personaje que implicó mucho entrenamiento físico. Antes de empezar las filmaciones, tomamos con Sebastián Rulli tres meses de clases de artes marciales, ya que nuestros personajes tienen más escenas de acción en la serie; fue un proceso duro y complicado; creo que no hay un proyecto mexicano hasta el día de hoy que implique tantas escenas de acción de este tipo, de este calibre, y para mí era muy importante que se diera lo más real posible. Tomé clases tres veces a la semana, dos horas diarias y nos preparamos de una manera muy intensa. En el aspecto sicológico fue también un gran reto y lo he mencionado en muchas entrevistas, uno como actor siempre busca algún punto en el que pueda conectar a Alex Durán con el personaje, en este caso no había nada Ishiro en Alex y eso era complicado para mí. Ishiro es una persona muy hermética, introspectiva, se mueve muy poco, habla muy poco, es muy tajante en sus palabras, en sus movimientos, y Alex Durán es todo lo contrario, no paro de hablar, de mover las manos, soy muy hiperactivo, entonces sí fue un gran reto en interpretarlo y el poder conectar de la mejor manera con el personaje.
La producción de El Dragón tomó nueve meses de grabación. El primer mes fue en Japón, luego se grabaron escenas en España, EEUU y todo el resto en México.
¿Imaginaste el éxito que tendría El Dragón y la repercusión y crecimiento de tu personaje a lo largo de las dos temporadas?
-Conocía el guion, sabía el proceso de la historia de Ishiro, tanto en la primera como en la segunda temporada, mas no sabía la repercusión que tendría. La verdad es que en todos mis proyectos y personajes doy el 200%, así que soy la persona más feliz por ver la recepción que ha tenido Ishiro con el público, el cariño que me dan a través de este personaje. Llevo varios años trabajando como actor y El Dragón me ha abierto puertas que no me había abierto mi trabajo. Estoy muy agradecido por ello. Ishiro se ha convertido en mi personaje favorito y espero que vengan más cosas tanto con él, como con respecto a que esto desemboque en mucho más trabajo.
En Paraguay, El Dragón alcanzó el top tres de Netflix, ¿cómo te sentís con eso?
-Muy feliz al ver que un producto mío esté resonando en varios países del mundo, países que no conocía y que su gente lo disfrute. Es de las mejores cosas que te pueden pasar como artista. Me gustaría conocer Paraguay y visitar a toda esta gente que ha hecho posible que El Dragón esté en el top 10 y en el número tres en una plataforma tan grande como Netflix, además de estar compitiendo contra series internacionales de gran nivel.
¿Cuál es la anécdota que más te gusta recordar?
-¡Ay, Dios! Son tantas cosas que a uno le pasan grabando; ¿qué podría decir? Creo que una anécdota muy padre es la que viví con Sebastián Rulli grabando una secuencia en la que llevábamos la máscara, el petu y todo el traje samurái, y no podíamos respirar. Cuando nos tocaba hablar ni Sebastián ni yo podíamos respirar, entonces cuando nos quitamos las máscaras recuerdo muy bien que dijimos apenas 10 palabras, nueve de ellas eran malas. Nos reímos muchísimo. Al final de cuentas cuando vi la escena ya en la televisión, salió perfecta, pero es una gran anécdota que nunca se me olvida. Hay muchas también con Casandra Sánchez Navarro, la actriz que interpretó a Chisca (su pareja en la serie), pasé muchas cosas también padrísimas como actor.
¿Conoces algo del cine en Paraguay?
-No, solo he conocido a varias personas gracias a las redes sociales, pero por desgracia no conozco nada de Paraguay. Me da muchísima pena decir que no he tenido la oportunidad de ver nada paraguayo. Soy muy cinéfilo y me encanta ver series, pero no me ha tocado coincidir con algún producto de Paraguay.
¿Te gustaría conocer Paraguay y trabajar en algún proyecto en nuestro país?
-¡Me encantaría! Como turista primeramente, me fascinaría y espero algún día poder visitar el país y más trabajando como actor en algún proyecto.
Sus inicios
En los sueños de Alex, la actuación recién cobró forma cuando cumplió los 17 años. “Toda mi primaria, secundaria y preparatoria yo jugué básquetbol, a mí me encantaba y era bueno, fui seleccionado estatal de mi ciudad de San Luis de Potosí y a los 17 años conocí al hermano de un amigo que estaba estudiando actuación en la escuela de Televisa. Me platica de todo lo que hacía de las clases, me llamó la atención y entré a estudiar al sexto de preparatoria, al taller de teatro de mi escuela, me gustó mucho y ahí decidí darme la oportunidad de conocer esta profesión y caí totalmente enamorado de ella y a partir de ahí no la suelto”, añadió.
En el 2004, con 18 años, recibió su primera oportunidad con un papel en la exitosa telenovela Rebelde; después se vino Mujer, casos de la vida real, la serie Mi papá es un Duende, junto al gran comediante mexicano Facundo Gómez.
Luego entran en escena las series y le dan un cambio radical a su carrera. “Entré a la serie El Señor de los Cielos, la segunda temporada, y así comencé a hacer este tipo de contenidos, empiezo a hacer Vuelve temprano, Blue Demon, La bella y la Bestia. Fui a Colombia a grabar Alias JJ sobreviviendo a Escobar, para Caracol y para Netflix, y de ahí se empieza a desatar toda esta magia que me hace tan feliz día a día. Soy muy afortunado, creo que mi carrera es única y lo valoro todos los días”, indicó.
Próximamente saldrá a la venta en las plataformas digitales su libro Babas y Risas, un cuento en el que narra la historia de su perro Lex, quien falleció a causa del cáncer cuando su hija tenía 3 años, a pesar de nunca haber tomado una clase de escritura y literatura, se animó a escribir, aunque la idea principal no era de vender el libro, sino regalárselo a su pequeña hija, pero llegó a manos de una editorial y en un abrir y cerrar de ojos ya habían 5 mil ejemplares en todo México.
“Cuando Lex murió, mi hija era muy pequeña y no entendía lo que estaba pasando. Fue un golpe muy fuerte para mi esposa y para mí, pero para nuestra niña fue peor, no sabíamos cómo explicárselo. Mi esposa fue la que me incitó escribir la historia de Lex, algo con lo que pudiéramos contárselo de una forma más infantil. Las cosas se dan cuando se tienen que dar y cuando uno las hace de corazón, creo que el resultado tiene que ser positivo”, narró.
Aparte de su faceta como escritor, también da charlas y conferencias: “Me encanta motivar a los jóvenes a seguir por sus sueños, a luchar por sus objetivos y nunca quedarse pensando en el ‘Qué hubiera hecho’. Las oportunidades no se dan, creo que las oportunidades se hacen, buscar y provocar las cosas que uno quiere. Soy muy feliz de verdad con la respuesta del público”.
Sus nuevos proyectos quedaron, como los de muchos, en el veremos ante la pandemia del Covid-19, pero espera terminar el año grabando una gran producción. “Espero que la vida me permita poder seguir trabajando en esto que tanto me apasiona”, dijo.
¿Qué mensaje les dejas a todos tus fans paraguayos?
-¡Dios! Primero que nada darles las gracias, por todo el cariño y la respuesta que le han brindado a Alex Durán en El Dragón. Soy una persona que agradece a la vida, le agradezco a mi trabajo tantas cosas bellas que me regala. El mensaje más bello que una persona pueda dar a otra es empujarla a conseguir sus sueños y sus objetivos, hay que aprender que las cosas que uno quiere se tienen que buscar, las oportunidades no llegan de la nada. Si yo hubiese esperado que alguien me diera la oportunidad para ser actor, probablemente seguiría en mi ciudad sentado. Yo decidí ir a buscarla. Cuando la gente me pregunta ¿qué se siente haber alcanzado tus sueños y tus metas?, yo les digo que la verdad es que no la he alcanzado aún. Me siento a la mitad del camino. Nunca dejen de soñar, de luchar por sus sueños, porque sí se cumplen cuando uno lucha por ellos.
Me despido con un mensaje de amor, de apoyo, mandando todas mis bendiciones desde mi trinchera en la ciudad de México, deseando que Dios y que la vida me los cuide y muy pronto poder estar en Paraguay, haciendo una entrevista pero de persona a persona. Muchísimas gracias por el apoyo y porque sé que esta nota va a transmitir totalmente lo que mi corazón les quiere decir. Les mando muchos besos y que ¡Dios los bendiga!
El Dragón: El regreso de un guerrero
La historia gira en torno a un joven que creció en Japón, proviene de una familia de traficantes de drogas que lo han mantenido fuera de esto hasta que llega el momento en que tiene que hacerse cargo del cartel.
Pero él quiere cambiar la situación de violencia que siempre acompaña al narcotráfico, es especialista en economía, una persona honorable y lo que quiere es transformar este dinero sucio en lícito.
Las dos temporadas están disponibles en Netflix y sus seguidores esperan que haya una tercera próximamente.