“El tema fundamental es la modificación de la Ordenanza, la 569, que corresponde a las comisiones vecinales. Hace un año que mandamos modificar, nos costó tanto. ¿Qué dice la ordenanza en uno de sus artículos? Que solamente a través de un congreso de vecinalistas se puede modificar la ordenanza”, explicó Alejandro Arce, presidente del Consejo de Coordinadoras de Comisiones Vecinales de Asunción.
En la sesión del pasado miércoles 9 de abril de la Junta Municipal, se contemplaba en el orden del día un dictamen de la Comisión de Legislación que tenía relación con una minuta verbal presentada por la concejala Paulina Serrano. El objetivo era presentar “una propuesta de modificación del artículo 6° de la Ordenanza N° 138/2024, que modifica y amplía la Ordenanza n° 569 de las comisiones vecinales”.
Modificaciones. En la recomendación del dictamen, se detalla que la modificación consiste en establecer que para ser miembro de una comisión vecinal con derecho a voz y voto, se deberá acreditar una residencia mínima de un año dentro del área de influencia de la comisión vecinal.
Otro de los requisitos será haber cumplido la mayoría de edad y ser un ciudadano legalmente habilitado, inscripto en el Registro Cívico Permanente de Asunción. “Ellos modificaron a su antojo, entonces esa es la molestia de las comisiones vecinales”, aseguró Arce. Él y otros representantes vecinalistas remitieron sus reclamos al presidente de la Junta Municipal, el oficialista Luis Bello. Al final de la sesión de ayer, desde la oficina de Bello respondieron que la modificación aún no cuenta con la firma del presidente.
Los representantes, por su parte, adelantaron que presentarán una nota firmada por el Consejo y por la mayoría de los coordinadores.
“Para modificar cualquier ordenanza, ellos tienen que comunicar o sentarse a trabajar con los representantes del Consejo. Perjudican a las organizaciones sociales si realmente quieren hacer a su manera cualquier tipo modificaciones, ya no respetan más a los verdaderos vecinos. A nosotros nos exigen demasiado protocolo para organizar y ellos entre cuatro paredes se acostumbran a negociar sin respetar las consultas populares”, expresó Irene Agüero, coordinadora de comisiones vecinales del Centro Municipal N° 2 Oñondivepa.
Miembros de coordinadoras de los barrios Itá Enramada y Santa Librada se presentaron el 9 de abril fuera de la sala de sesiones alegando persecución en la gestión de las comisiones vecinales.
“La Municipalidad no solo tiene desórdenes administrativos, más grave es la forma desprolijidad de su función para con los vecinos, se perdió toda institucionalidad”, dijo una de las integrantes. También mencionó que los vecinos creen que existe un esquema de corrupción que podría perjudicarlos desde la Dirección de Participación Ciudadana.