La misión, bautizada Mosaic, pretende dar un paso adelante “en el conocimiento del sistema climático ártico y su representación en los modelos globales” para mejorar el conocimiento científico con vistas a elaborar futuras políticas de mitigación y adaptación al cambio climático, señalan sus promotores.
Seiscientos científicos pasarán por turnos por el Polarstern, rompehielos del instituto alemán Alfred Wegener, que contará con la ayuda de cuatro embarcaciones similares cedidas por China, Rusia y Suecia; lo que la convierte en la mayor expedición polar de la historia, según el científico encargado de dirigirla, Markus Rex.
“Somos como un hormiguero, tenemos algunos problemas de última hora, pero los solucionaremos. Zarpamos esta noche”, dijo hoy Rex en rueda de prensa en Tromsø.
La expedición tendrá una duración estimada de 390 días, y durante dos o tres meses, el Polarstern llegará a estar a solo 200 kilómetros del Polo Norte geográfico.
Nota relacionada: Expedición medirá los efectos del cambio climático en el Ártico
El Mosaic seguirá la ruta de la histórica expedición liderada por el aventurero noruego Fritjof Nansen a finales del siglo XIX.
Inspirada en una idea de Nansen, la misión -en la que participan 70 institutos de 19 países- aprovechará la corriente marina para navegar por la parte central del Ártico.
Muchos procesos del sistema climático del Ártico apenas están representados en los modelos climáticos “porque no han sido aún lo suficientemente comprendidos” consta en los objetivos de esta misión internacional, que alerta de que mientras no entendamos esos procesos, las proyecciones no serán “sólidas”.
El calentamiento global está provocando una progresiva reducción del hielo marino y los expertos temen una desaparición total en el futuro.
“Necesitamos saber si eso va a ocurrir y cuándo podría ocurrir. Y para ello hace falta realizar observaciones. Por eso hemos impulsado esta expedición”, dijo Rex a la televisión pública noruega NRK.
Los costes operativos de la expedición ascienden a 200.000 euros (USD 220.900) al día, sin incluir los de los investigadores y los del instrumental.
Durante la travesía, los expedicionarios experimentarán 150 días con noche polar y deberán soportar temperaturas de 45 grados bajo cero.