En diálogo con ÚH, el experto señaló que durante su visita disertará sobre las distintas áreas que implementan programas sociales y cómo evaluarlas rigurosamente, diseñando sistemas que puedan perdurar para los próximos años.
“Estas evaluaciones nos van a decir si los programas que está haciendo el Gobierno tienen los resultados que se esperan, o si hay que cambiarlos”, remarcó.
TEKOPORÃ. Al ser consultado sobre el cuestionado programa de transferencias monetarias, conocido en Paraguay como Tekoporã, Galiani respondió que la efectividad de estos sistemas depende de cómo estén diseñados.
Consideró que se deben establecer programas que estén focalizados en familias, que aun teniendo un trabajo son de clase humilde, que el programa permita que la gente no tenga un incentivo para dejar de trabajar.
“Si creás este tipo de programas sin que estén bien focalizados, le llega a un montón de familias que no son tan pobres. Ahí mi opinión ya no es tan buena, porque es muy costoso y se distorsiona la asignación de recursos, que son difíciles de mantener por el alto costo fiscal”, resaltó.
Galiani dijo que uno de los principales errores que se comete es que estos programas se condicionen en tener o no un trabajo.
“Si yo te doy tantos guaraníes por mes, solo si no tienes trabajo, te incentivo a que no tengas trabajo. Ahí es donde aparece el problema”, remarcó.
campaña política. Evitar que durante épocas electorales se utilice a los programas sociales como parte de las campañas políticas del gobierno de turno, es parte de un proceso donde toda la sociedad tiene que madurar democráticamente, dijo el experto.
Consideró que evaluar rigurosamente los programas sociales puede ayudar si el sistema político y la sociedad demandan, que los proyectos que no tienen valoraciones positivas sean los que se dejen de implementar, y los que tienen apreciaciones favorables no puedan ser descontinuados aunque haya un cambio de signo político.
“Si estás en ese equilibrio político, sería mucho más difícil manipular los programas. Estarían los partidos políticos compitiendo en las elecciones sabiendo que el programa uno es exitoso, y no lo pueden cambiar; mientras que el programa dos es un fracaso y nadie lo puede continuar. Se limita la capacidad de discreción que tienen los candidatos”, recalcó.
Finalmente, insistió que se debe establecer si los programas sociales que existen o los nuevos que se están pensando crear cumplen los objetivos y si lo hacen de una manera costo efectivo.
“Estas evaluaciones las tienen que hacer fuera de gobierno, porque no se puede evaluar a sí mismo ya que tiene un conflicto de intereses”, concluyó el experto argentino.