Ireneu Solingo, alias Pingo, y Jarvis Chimenes Pavão son dos narcos que establecieron lujosas estancias en la zona de Yby Yaú como puestos de comando para sus operaciones al margen de la ley.
También se pudo comprobar el relacionamiento del EPP con el Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho. Esto, según declaraciones del juez Cristian Bernal.
El magistrado dijo en el 2019 que investigadores de Brasil, Argentina, Paraguay y Estados Unidos participaron de un congreso sobre crimen organizado transnacional y confirmaron la sociedad del grupo armado paraguayo con los brasileños, que en principio son antagónicos.
Con el PCC, el trato consiste en cuidar las plantaciones de marihuana que tienen en la zona, mientras que el otro referente del crimen organizado brasileño le estaría proveyendo de armas.
Dos años antes, en el 2017, la Policía brasileña y la paraguaya ya hablaban de la unión de estos grupos. “Se cuidan entre ellos”, había dicho el comisario Abel Cañete, entonces director de Apoyo Técnico de la Policía. La información la obtuvieron luego de un cateo en la celda de internos miembros del PCC, en el penal de Ciudad del Este.