EFE
Con el telescopio milimétrico/submilimétrico ALMA, ubicado en el desierto de Atacama (Chile), en el llano de Chajnantor, el grupo fue capaz de determinar la causa de la sorprendente ausencia de polvo en el centro de los denominados discos de transición, en la región que rodea a la estrella, informó hoy el Observatorio Austral Europeo (ESO) desde su central en la localidad alemana de Garching.
La incomparable sensibilidad y nitidez de imagen que ofrece ALMA permitió a los científicos esquematizar la distribución de gas y polvo en cuatro discos de transición como nunca antes y explicar por primera vez estos misteriosos vacíos, agrega el comunicado.
Las nuevas imágenes muestran que existen cantidades significativas de gas dentro de los vacíos de polvo, pero, para sorpresa del equipo, también el gas presenta un vacío, aunque hasta tres veces más pequeño que el del polvo.
Esto solo se explica si los planetas masivos de reciente formación eliminan el gas de sus órbitas a medida que se mueven por ellas, pero atrapan las partículas de polvo en regiones más lejanas.
“Observaciones anteriores ya habían ofrecido indicios de la presencia de gas en el interior de los vacíos de polvo”, señala Nienke van der Marel, del Observatorio de Leiden (Holanda) y el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai (EE.UU.) y líder del equipo.
Según el científico, “el gran vacío señala claramente la presencia de planetas con una masa varias veces superior a la de Júpiter, creando estas cavernas a medida que se mueven rápidamente a través del disco”.
“Ya que ALMA puede captar imágenes del material presente en todo el disco con mucho más detalle que otras instalaciones, pudimos descartar el escenario alternativo”, precisa al referirse a otra de las hipótesis barajadas hasta el momento de que los fuertes vientos estelares y la intensa radiación podrían haber arrastrado o destruido el material circundante.
Según explica Ewine van Dishoeck, de la Universidad de Leiden y el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching, “todos los discos de transición estudiados hasta ahora con grandes cavidades de polvo también presentan cavidades de gas”.
“Así, con ALMA, podemos ahora descubrir dónde y cuándo nacen planetas gigantes en estos discos y comparar estos resultados con los modelos de formación planetaria”, agrega.
La científica precisa que “la detección de planetas de manera directa está prácticamente al alcance de los instrumentos actuales, y los telescopios de la próxima generación que se encuentran ahora en construcción, como el European Extremely Large Telescope” (en el cerro Armazones, cercano a Paranal) “serán capaces de llegar mucho más lejos”.
En este sentido, “ALMA les está indicando hacia dónde deben mirar”, añade.