Entre las reducciones aparece el mercado argentino, que tuvo una participación del 68,3% en las compras de la oleaginosa. Entre enero y diciembre pasado se enviaron a ese destino 728.000 toneladas menos que el año anterior (ver infografía).
Esta caída se explica en mayor medida por la baja producción de la soja en la campaña 2018-2019, pero también por una reducción de los precios internacionales, según el presidente de la Cámara de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), José Berea.
En cuanto a ingresos de divisas por esta materia prima, el monto asciende a USD 1.576 millones, que representa una disminución de casi USD 629 millones en comparación al 2018, según el BCP.
Principal destino. Berea mencionó que son dos los motivos del mayor envío de la oleaginosa a la Argentina.
“La parte logística influye, pero fundamentalmente reconoce un mejor precio por la calidad de la soja paraguaya”, detalló.
Como el país vecino procesa la materia prima para exportarlo en forma de aceite o harina, prefiere la soja con alto contenido en proteína y óleo.
La principal competencia son las producciones brasileñas de Paraná y Mato Grosso del Sur. “La mejor soja del mundo están en esos estados de Brasil y en Paraguay”, indicó el titular de Capeco.
Expectativas. En este 2020 se espera recuperar el rendimiento de la soja y llegar a las 10 millones de toneladas, por encima de las 7,8 millones de la campaña anterior.
Los cultivos de medio ciclo están en su última etapa de desarrollo. Se estima que la extensión de área de siembra alcanzó las 3.500.000 hectáreas.