El director de Aduanas, Julio Fernández, dio a conocer un estudio que demuestra que un eventual acuerdo comercial con China implicará una pérdida anual de 500 millones de dólares en concepto de aranceles. Además, habría un impacto negativo de 200 millones de dólares al año al cortar vínculos comerciales con Taiwán.
Darío Baumgarten, de la Comisión Directiva de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) dijo que la negociación de aranceles o cuotas forma parte de una segunda etapa, posterior a la habilitación de productos paraguayos desde el aspecto sanitario. Insistió en que el país está en condiciones de exigir esta reciprocidad, teniendo en cuenta que importa productos chinos por alrededor de USD 3.500 millones anuales.
En la misma línea se pronunció el titular de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne, Fernando Serrati, quien además se planteó el riesgo que implica tener una alta dependencia hacia el mercado chileno, que compra más del 40% de la carne paraguaya exportable. En ese sentido, China no solo representa una gran oportunidad para enviar volumen, sino también para buscar mejores precios.

Al igual que los competidores de la región como Brasil, Argentina y Uruguay, que exportan prácticamente el 50% de sus cortes de exportación al mercado chino, Paraguay podría hacer lo mismo y colocar el resto en destinos que estén dispuestos a pagar más por una carne muy demandada.
agrícolas. El sector sojero también anhela la posibilidad de comercializar con China. Sobre las declaraciones del director de Aduanas, Julio Fernández, el representante ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas, Hugo Pastore, dijo que de concretarse la hipótesis, podrían ingresar insumos agrícolas a un menor costo, lo que a su vez implicaría un mayor margen de ganancias para los productores y por tanto más ingresos tributarios para el país.
También habló sobre la alta dependencia que existe hacia Argentina, donde se envía el 75% de los granos exportables. Pero si el país vecino cambiara las reglas de importación como lo hizo entre 2009 y 2015, la comercialización de soja se verá fuertemente afectada y en ese caso China podría salvar la situación.
Directivos de la Asociación de Exportadores de Carne y de la ARP sostienen que la apertura del mercado chino es independiente de las negociaciones sobre rebaja de aranceles.