El cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, pidió a los jóvenes resistir como discípulos de Cristo ‘‘en este mundo convulso’’ y los instó a no permitir que el odio y la violencia los desanimen, y sigan siendo artesanos de la paz con sus familias ‘‘colaborando y denunciando casos de desapariciones y abusos de menores y adultos vulnerables con las autoridades competentes, con la justicia, la policía nacional u otras instancias’’.
Esto, durante la misa dedicada a los jóvenes en el marco de la fiesta de Nuestra Señora de Schoenstatt, que como cada año, se realizó en Tupãrenda, su santuario de Ypacaraí. Esta festividad tuvo como lema Con María, familia en alianza al servicio de una Iglesia sinodal.
El líder de la Iglesia paraguaya dijo a los cientos de promeseros que llegaron junto a la Mater que la ‘‘Virgen Madre llora amargamente cuando las discordias y odios destruyen la vida de sus hijos’’.
En este sentido, mencionó que los hijos de María en el país han sufrido desapariciones del seno del hogar, están con paraderos desconocidos, hay cientos de niños y jóvenes secuestrados o que son abandonados por sus padres, o han sufrido algún tipo de abusos, jóvenes sin trabajos o los que han perdido sus trabajos.
‘‘Debemos ser valientes en nuestra fe y no permitir que el odio y la violencia nos desanimen. Rezamos por la paz en Medio Oriente. Los jóvenes con Jesús Príncipe de la Paz también están llamados a ser artesanos de la paz, de la paz social en Paraguay’’, indicó el cardenal.
No a la indiferencia. Asimismo, ante el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas, el metropolitano dijo que nadie puede quedar indiferente y todos debemos ser agentes de cambio y promotores de justicia. Según Martínez, esto implica amar al prójimo como a nosotros mismos, ‘‘especialmente a aquellos jóvenes que han caído en las dolorosas adicciones de las drogas y han perdido sus horizontes de esperanza’’.
También instó a la comunidad a convertirse en ‘‘buenos samaritanos’’ y ‘‘apóstoles de la esperanza y la prevención’’, para evitar que más jóvenes caigan en la ‘‘trampa del infierno de la drogodependencia’’.
Martínez hizo hincapié en la importancia del perdón y en tender una mano compasiva a los más necesitados, siguiendo el ejemplo de Jesús, y resaltó su alegría porque la familia de Schoenstatt del Paraguay acoge con fidelidad, desde su espiritualidad específica, las orientaciones del Concilio Vaticano II y acompaña al papa Francisco para impulsar y hacer realidad una Iglesia sinodal.
‘‘Vivir en Alianza de Amor con María y con los hermanos debe moverlos a vivir la sinodalidad en los grupos, ramas y comunidades de esta gran familia schoenstattiana’’, destacó el arzobispo metropolitano.