“Paraguay no tiene posibilidades reales, ni letales, ni de formación para enfrentar al Primer Comando Capital (PCC). La mejor política de Paraguay con relación al PCC tiene que ser la expulsión”, advierte el doctor en Criminología Juan Martens, autor de una investigación académica sobre el impacto político y social del grupo criminal brasileño en Paraguay.
“Con relación a las personas detenidas, la medida tiene que ser la expulsión, pero recordemos que PCC tenemos intramuros y extramuros. Hay miembros presos y libres. Esta es solo una de las medidas. Hay que invertir en tecnología e inteligencia, trabajar en cooperación con Brasil y que nuestro aparato de seguridad se gane la confianza de los brasileños también”, indicó el investigador.
La investigación advierte que el encierro masivo y la hacinación que hoy caracterizan al sistema penitenciario es el terreno propicio para el PCC, que dentro de las cárceles reivindica la necesidad de que los presos se organicen para combatir los abusos.
FALENCIAS. La pesquisa también advierte diversas falencias de parte de los organismos de seguridad paraguayos a la hora de lidiar con este grupo. Por ejemplo, advierte que las autoridades tienden a representar al grupo como una jerarquía, con jefes y soldados, cuando en realidad se trata de una organización más horizontal que trabaja con distintas células o sintonías.
“Todas las políticas que hizo el Estado brasileño contra el PCC fracasaron porque hace 25 años nació en una cárcel Taubaté (Estado de Sao Paulo), con 7 u 8 miembros, y hoy son 30 mil miembros. ¿Cuáles fueron sus errores? Primero, esparcirles. Esto fue también lo que nosotros hicimos. Tuvimos el primer foco PCC en el 2011 en un motín de la cárcel de Ciudad del Este. De ahí lo primero que hicimos fue expandir, y ahí empezamos a tener PCC en Concepción, en Misiones, en Pedro Juan y en Encarnación. A partir de ahí tenemos PCC en San Pedro, en Villarrica y en Tacumbú”, explicó Martens.
Peor que el EPP. “El PCC hoy es el principal problema de seguridad y no el EPP. Nuestras políticas de seguridad de los últimos diez años se estructuró en torno al EPP: Leyes, presupuesto, Fuerza de Tarea Conjunta. Hay una necesidad de reconfigurar esto”, añadió el catedrático.
La investigación fue ejecutada por Inecip-Py y la Universidad Nacional de Pilar, con fondos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Paraguay (Conacyt). Los métodos usados fueron observación participante, conversaciones informales y entrevistas con miembros y ex miembros del PCC.