1. Estrés crónico. El estrés crónico puede desencadenar una respuesta hormonal en el cuerpo que puede influir en el metabolismo, la digestión y la capacidad para ganar masa muscular. El exceso de cortisol, la hormona del estrés, puede contribuir a la acumulación de grasa abdominal y a la pérdida de masa muscular, además de causar fatiga y alteraciones en el sueño.
2. Alimentación basada en comida rápida. Consumir regularmente comida rápida y procesada puede llevar a desequilibrios en la ingesta de nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y antioxidantes. Estos alimentos suelen ser altos en grasas saturadas, azúcares refinados y sodio, lo que puede contribuir a la inflamación, la resistencia a la insulina y otros problemas metabólicos que dificultan la pérdida de peso y la ganancia de masa muscular.
3. SEDENTARISMO. La falta de actividad física y el sedentarismo pueden dificultar la pérdida de peso y la ganancia de masa muscular. El ejercicio regular no solo ayuda a quemar calorías y mejorar la composición corporal, sino que también tiene efectos beneficiosos en el metabolismo, la salud cardiovascular y el equilibrio hormonal.
4. DESÓRDENES METABÓLICOS. Algunas personas pueden tener desórdenes metabólicos subyacentes, como resistencia a la insulina o problemas de tiroides, que dificultan la regulación del peso y el metabolismo. Estos desequilibrios pueden contribuir a la dificultad para perder peso, ganar masa muscular y experimentar fatiga.
5. DESEQUILIBRIOS EN LA MICROBIOTA INTESTINAL. La salud intestinal y la diversidad de la microbiota pueden influir en el metabolismo, la absorción de nutrientes y la regulación del peso. Una dieta rica en alimentos procesados y pobres en fibra puede alterar la microbiota intestinal, lo que a su vez puede afectar la capacidad del cuerpo para regular el peso y la energía.
Es fundamental abordar estos factores de manera integral a través de un enfoque personalizado que incluya cambios en la alimentación, el ejercicio, la gestión del estrés y otras estrategias para mejorar la salud metabólica y el bienestar general.
Hugo Aranda (*)
(*) Especialista en Nutrición