12 may. 2025

Fallece Kane Tanaka en Japón, la persona más longeva del mundo

La japonesa Kane Tanaka, que estaba reconocida como la persona viva más longeva del mundo, falleció, según confirmaron este lunes las autoridades locales de la prefectura de Fukuoka, donde residía.

Japón.jpg

La japonesa Kane Tanaka tenía 119 años y era considerada la persona más vieja del mundo.

Nacida el 2 de enero de 1903 en la antigua aldea de Wajiro, que actualmente forma parte de la ciudad de Fukuoka, Japón, Tanaka murió en un hospital de dicha ciudad el pasado día 19 a los 119 años y 108 días.

Tanaka vivió en cinco eras distintas de Japón (Meiji, Taisho, Showa, Heisei y la actual Reiwa) y se había marcado como objetivo llegar a cumplir 120 años el próximo año, según su familia.

La japonesa contrajo matrimonio a los 19 años y la familia salió adelante administrando restaurantes de fideos udon.

Tanaka vivía desde hacía algunos años en una residencia para la tercera edad y su presencia era habitual en artículos y programas de televisión japoneses con motivo de su cumpleaños o de la celebración nacional del Día del respecto a los ancianos.

Su comida favorita era el chocolate y le gustaban las bebidas carbonatadas, tal y como se ha podido ver con frecuencia en las fotografías y videos difundidos en los medios locales.

La anciana solicitó participar en el tramo del relevo de la antorcha olímpica de los Juegos de Tokio del verano pasado, pero finalmente optó por no hacerlo debido a la pandemia de Covid-19.

Tanaka estaba reconocida desde 2019 por el Grupo de Investigación en Gerontología (GRG, por sus siglas en inglés) y el récord Guinness como la mujer y persona de más edad del mundo.

Tras su muerte, la persona viva más mayor pasa a ser la monja francesa Lucile Randon, más conocida como hermana André, que cuenta hoy con 118 años y 74 días.

La japonesa con más edad es ahora Fusa Tatsumi, que cumplió hoy 115 años, y es además la quinta persona del mundo de mayor edad de la que se tienen registros.

Más contenido de esta sección
El papa León XIV acudió este sábado a rezar ante la tumba de Francisco, su antecesor, poco después de visitar por sorpresa el santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo en Genazzano, en las afueras de Roma, durante su primera salida desde que fue elegido luego de dos días de cónclave.
El papa León XIV es recordado en su Chicago natal por muchas cualidades, pero también por sus gustos humildes y hasta simples; basta decir que cuando regresaba a visitar a sus hermanos agustinos, con quienes se formó como fraile, compartía con ellos pizza y cerveza o tacos y margarita, como recuerda este viernes un amigo del seminario.
Días antes de dejar Perú contra su deseo, el entonces obispo Robert Francis Prevost se metió en botas de goma en una zona inundada para ayudar a los damnificados. A esa altura, llevaba ya muchos años en la piel de un país con problemas que marcaron su camino.
César Piscoya, amigo del nuevo Sumo Pontífice, lo describió como “muy cercano, humano” y presente para atender las necesidades. León XIV es el primer Papa estadounidense de la historia de la Iglesia y el segundo procedente del continente americano.
El cardenal peruano Pedro Barreto analizó el perfil del papa León XIV y sostuvo que el nuevo Sumo Pontífice no está en el ala conservadora ni progresista de la Iglesia. Resaltó su visión integral y su capacidad para escuchar.
El papa León XIV lamentó este viernes que en la actualidad “son muchos los contextos en los que la fe cristiana se considera un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes”, en su primera misa que celebró en la Capilla Sixtina ante los 133 cardenales que este jueves le eligieron en la cuarta votación del cónclave.