Existen problemas graves que no pueden resolverse rápidamente en el país. Proveer servicios públicos eficientes no es uno de ellos; es una obligación del Gobierno. El reiterado fallo suscitado en el Departamento de Identificaciones se ha convertido en un verdadero tormento para la población. Mientras el presidente Peña sigue de viaje y el Parlamento se apresta para sus vacaciones privilegiadas de tres meses, los paraguayos ni siquiera pueden tramitar sus documentos de identidad por la caída de un sistema informático. Un absoluto fracaso.
Última Hora fue reportando en los últimos meses sobre los problemas que a diario se producen en esta dependencia. A inicios de octubre se informaba que unas cuatro mil solicitudes de documentos para menores no podían ser expedidos por el Departamento, pues estaban arrastrando inconvenientes por la falta de insumos para las cédulas sin chip. Un funcionario había explicado que el faltante ya había sido reportado al Ministerio del Interior, contratante del servicio Consorcio Documentos Electrónicos del Paraguay, institución encargada de los trámites para la provisión de insumos para los documentos para los menores. Sin embargo, los inconvenientes continuaron y las quejas, reclamos y denuncias por las demoras se han multiplicado. Las demoras ya son intolerables para los ciudadanos afectados por los retrasos.
Luego de la explicación de la falta de provisión de chips, los funcionarios encargados señalaron respecto a los problemas técnicos que estos tienen su origen en el proceso de transición entre el sistema anterior y el nuevo, el cual, dicen, estaría en la fase final de implementación, y esperaban que en dos semanas se normalizaran los servicios, así como la fluidez de la entrega de documentos. Este plazo hace rato expiró y el servicio sigue siendo irregular.
Las nuevas explicaciones que ofrecen ahora los funcionarios a los medios de comunicación respecto a la inevitable caída del sistema son sin embargo desconcertantes.
El sistema del Departamento de Identificaciones está operando con intermitencias por las fallas en el sistema, y debido a que los servidores se encuentran en Colombia la solución se hace lenta y complicada. Al parecer, las soluciones no llegarán tan rápidamente como la población espera y reclama.
Como reportaba recientemente este diario, según las autoridades de Identificaciones la solución no depende de ellos. Esto es así porque el servidor se encuentra en Colombia, por lo que el procedimiento es el siguiente: Se informa a la empresa proveedora y al Mitic sobre los problemas que atraviesan, y a partir de ahí los funcionarios esperan una respuesta de la empresa asentada en Colombia. De esta manera lo había explicado el asesor jurídico de Identificaciones: “Lo que siempre venimos diciendo es que el campo técnico es el que presenta todavía algunos inconvenientes; no es fluido. De repente cae el sistema, hay comunicación con la empresa, pero nos dicen que está en desarrollo todavía y que hay ajustes que deben realizar, como el día de ayer que a primera hora avisaron que detectaron una falla en el sistema de enrolamiento y que ya estaba un equipo técnico trabajando en Bogotá, Colombia, para restablecer”.
Es inaceptable la inoperancia de este Gobierno y es indefendible que, pese a las millonarias inversiones, instituciones que deben ofrecer un servicio eficiente, como el de Identificaciones, sigan castigando a la población con malos servicios, maltratos y humillaciones, a la hora de hacer el simple y básico trámite de renovar una cédula de identidad.